Más de tres meses después, exactamente 105 días después, Fernando Hierro se sentó una sala de prensa diferente a la del Tartiere para explicar una victoria del Oviedo. En su rostro, en sus gestos y hasta en su tono de voz se advertía una mezcla de alivio y satisfacción. "Esta victoria es importante, nos da calma y tranquilidad. Nos dará mucha más fuerza", señaló el técnico, que resumió a su equipo así. "Hemos sido un equipo contundente, intenso y con personalidad con el balón. Hemos competido muy bien en las áreas, ofensivamente y defensivamente. El equipo ha tenido intención de jugar bien con el balón y también paciencia. Esa tranquilidad y esa pausa es lo que reclamábamos fuera de casa", indicó el preparador malagueño.

Esa diferencia, la de un mejor trato a la pelota, un mayor descaro a la hora de elaborar, fue una de las buenas noticias que el técnico andaluz se lleva de Anduva. "Teníamos las ideas muy claras. Jugando rápido, cambios de orientación, llegada de segunda línea. Teníamos bastante bien preparado el partido", afirmó el malagueño que afirmó que la diferencia entre ayer y otros duelos fuera de casa fue "la competitividad". "La diferencia ha sido la competitividad. Hoy (por ayer) hemos competido y hemos tenido personalidad con el balón", insistió el entrenador azul, que confesó que "el primer gol nos ha hecho creer" y que "teníamos ganas de quitarnos el sambenito de recibir tantos goles fuera de casa". El técnico agregó que la victoria "es un paso adelante" de cara a lo que viene. "Estamos en una carrera de fondo, esto tiene que servir para motivarnos y para tener más confianza.