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La cantera azul

Fabricando oviedismo

Pablo Gálvez y Adrián Bocanegra se encargan de conducir los primeros pasos de los prebenjamines, los más jóvenes del club

Pablo Gálvez, a la izquierda, con Adrián Bocanegra. JULIÁN RUS

Adrián Bocanegra y Pablo Gálvez tienen una labor doble: enseñar a jugar al fútbol a los niños que llegan al Oviedo y que empiecen a entender la importancia del club en el que han ingresado. Para lo primero han de transmitirles conceptos técnicos y para lo segundo una forma de comportarse acorde a los colores que visten. Pablo y Adrián son, respectivamente, los entrenadores del prebenjamín A y B. Adrián trabaja con niños de 6 años que, salvo tres que pasaron por la Escuela de Iniciación, juegan por primera vez en el Oviedo. Pablo, por su parte, dirige a niños de 7 años que están en su segunda campaña como canteranos azules.

La llegada al prebenjamín B depende de un proceso previo de captación que realiza el club. Nacho del Busto, coordinador de los equipos de pista del Oviedo, explica que una de las pautas que se marcan es "hacer plantillas cortas". El objetivo es cumplir con una norma: "No podemos tolerar decirle a un niño que no va a poder seguir en el Oviedo, nuestra política es que haya continuidad". Tampoco quieren que haya alguno que se quede demasiado tiempo en el banquillo: "Queremos que disfruten con el juego".

El lugar donde se selecciona a los niños que van a pasar a formar parte del Oviedo está en los torneos no federados. "Vamos a ver partidos de ligas sin federar, mirando a los niños que más destacan. También seguimos a los que tenemos en la Escuela de Iniciación, y hay una selección. Nos fijamos en sus habilidades con el balón y sobre todo en los que comprenden mejor el juego de forma innata", añade Del Busto.

Adrián Bocanegra tiene a su cargo a nueve niños de 6 años que cada entrenamiento le dan tantas satisfacciones como energía le absorven. "Una de las primeras cosas que les enseñamos es el lugar en el que acaban de entrar, que sepan dónde han llegado y que eso implica tener un comportamiento dentro y fuera del campo". Luego llegan conceptos técnicos como "que sepan jugar con las dos piernas, que se adapten al juego federado, técnicamente empiezan de cero", añade.

El siguiente año, en el prebenjamín A, Pablo Gálvez tiene claro que lo importante sigue siendo "que jueguen y se lo pasen bien. Al mismo tiempo intentamos que tengan cierta mentalidad competitiva, que sepan que hay que intentar ganar los partidos, pero siempre lo más importante es que se lo pasen bien". Para ello propone "ejercicios dinámicos" para unos chavales que ya vienen "con cualidades". Se trata de moldear a unos jugadores a los que quedan muchos años vistiendo una camiseta azul.

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