Dos imágenes muy diferentes, un gol en cada parte y un punto como botín final. El de Reus es uno de esos partidos que dan pie a muchas interpretaciones. También es una oportunidad de oro para distinguir a los optimistas de los pesimistas. El vestuario del Oviedo, por ejemplo, es de los primeros. Todas las lecturas surgidas tras la igualada se dirigen a ensalzar las virtudes mostradas por los azules en una segunda mitad convincente. Se admite la mala imagen de la primera mitad, no se pretende obviar, pero también se subrayan las conclusiones positivas que dejó el equipo sobre el césped.

En realidad, la plantilla sigue la dirección marcada por Hierro al término del choque. Sincero como en pocas ocasiones, el entrenador señaló las dificultades iniciales para hacerse con el control del juego y la respuesta posterior. "Me voy contento por la reacción", señaló. Sus pupilos coinciden. "Vamos mejorando, dando pasos hacia adelante. La lectura del partido es clara: fue una parte para cada equipo. La conclusión tiene que ser positiva porque acabamos con buenas sensaciones y el punto es válido", analiza Juan Carlos. En la misma línea se sitúa Erice: "Es un punto justo. Tras el descanso ajustamos un par de cosas y logramos enlazar con Susaeta, Berjón y Borja. Ahí crecimos. Tuvimos acercamientos y logramos empatar en una gran jugada". El navarro concluye: "Seguimos sumando. El punto es importante".

La parte más fea del análisis se centra exclusivamente en la primera parte. "Estuvieron mejor: nos jugaban por dentro y por fuera, iban al espacio? Nos dominaron. Pudieron hacer el segundo pero entre Juan Carlos y Costas lo evitaron", subraya Erice. "Por suerte acerté", continúa Juan Carlos; "son acciones puntuales, pero es verdad que el 2-0 nos hubiera puesto las cosas muy difíciles. En todos los partidos siempre te encontrarás con momentos malos pero hay que saber afrontarlos y jugar cuando vienen mal dadas".

Uno de los argumentos usados por Juan Carlos para destacar la versión más amable se dirige a la sensación dejada en un final de dominio azul. "Metimos al Reus en su campo. Es importante ver cómo acabamos. Incluso pudimos ganar". Aunque al final el Oviedo tuvo que conformarse con el empate. "Yo veía el 1-2 cerca. Estábamos en condiciones de marcar. Diegui llegó mucho por su banda, lanzamos faltas peligrosas, un par de córners?", incide Erice que ve una distancia importante entre esta visita y muchas de las anteriores: "Fue muy diferente a lo que nos estaba pasando fuera. Antes, cada vez que se nos ponían por delante nos ganaban y en Reus pudimos cambiar la dinámica. En la segunda parte no nos vinimos abajo. Tengo claro que el estado de ánimo con el que llegamos influyó: era positivo por los últimos resultados y nos ayudó a meternos en el partido".