La eliminatoria del play-off de ascenso a Segunda celebrada en mayo de 2015 aún colea entre Cádiz y Oviedo. Al margen del resultado, favorable para los azules, el duelo quedó marcado por la polémica del partido de vuelta, cuando más de un centenar de seguidores azules, muchos de ellos del Grupo Symmachiarii, se quedó fuera del partido con la entrada en la mano. La policía adujo problemas de organización y los seguidores azules apuntaron al Cádiz como culpable.

Esta semana, Symmachiarii publicó un comunicado en el que instaba a la directiva carbayona a romper relaciones con el Cádiz al no haber recibido la más "mínima muestra de arrepentimiento ni sentimiento de culpa" casi dos años después de aquel incidente.

El Cádiz, a pesar de que el Oviedo no se había pronunciado al respecto, explicó ayer a través de un comunicado que "quiere transmitir el total convencimiento sobre la fiesta del fútbol que vivirán nuestras dos aficiones en su reencuentro". En su nota, el club gaditano trata de eximirse de culpa por el incidente de 2015 y recuerda incidentes vividos en el partido de ida en el Tartiere: "Las equivocaciones que hayan podido existir han sido ajenas a ambas entidades. Tanto que aficionados del Real Oviedo no pudieran disfrutar del ascenso de su equipo en el estadio Ramón de Carranza, como las agresiones injustificadas que sufrieron algunos de nuestros aficionados en su visita a la capital asturiana". El Cádiz finaliza su comunicado hablando de los seguidores de ambos equipos: "Nuestras aficiones son admiradas por el resto de clubes por haber sido, sin lugar a dudas, el soporte de dos entidades que lograron la supervivencia en sus respectivas travesías en Segunda B, e incluso en Tercera División".

Tras aquel partido aún pesan dos sanciones propuestas por la comisión Antiviolencia de 120.000 y 60.000 euros por "deficiencias en las medidas de control de acceso y permanencia de espectadores" y por "incumplir las medidas preventivas y de seguridad establecidas al ser declarado de Alto Riesgo" respectivamente. Ambas están recurridas por el Cádiz en la Audiencia Provincial.