Míchel Ángel Sánchez (41 años) es el Míchel del Rayo Vallecano, un tipo que ha sido centrocampista del primer equipo durante 16 años y que, desde hace menos de un mes, es el entrenador del conjunto de Vallecas. Míchel es un hombre de la casa y, generalmente, a los hombres de la casa se recurre en las malas, como ha ocurrido en este caso en el que el Rayo está asfixiado en puestos de descenso tras una línea descendente del equipo, entrenado a principio de temporada por Sandoval y luego por Baraja.

Míchel llegó a finales de febrero al primer equipo procedente del juvenil. Es su primera experiencia en los banquillos en el fútbol profesional. Hasta el momento, lleva tres partidos dirigiendo al Rayo: dos derrotas (frente al Getafe y el Cádiz en fuera de casa) y un empate (ante el Reus en Vallecas). Hoy le toca otro hueso duro de los que están en play-off, el Oviedo. "Es un equipo que está arriba por méritos propios", señaló ayer el técnico en rueda de prensa. "Tiene muy buenos jugadores, sabe a lo que juega y tiene varias alternativas para jugar de una u otra forma", añadió. El entrendor madrileño es consciente de que el Oviedo "nos va a poner en muchísimas dificultades" porque "nos va a plantear un partido muy difícil", pero se mostró convencido de las posibilidades de su equipo. "Tenemos mecanismos suficientes como para solucionarlo, hacer un buen partido y ganar", analizó.

Míchel también elogió a Michu. Ambos coincidieron como compañeros en el Rayo en la temporada 2011-2011. Entonces, Michu estaba a punto de explotar y dar el salto a una Liga internacional y Míchel agotaba su última temporada de futbolista profesional en el Rayo. "Pasé un año con él. Es un gran compañero. Hizo una temporada excepcional aquí. Le deseo lo mejor. Ha tenido éxito en su carrera. Será bienvenido a su segunda casa. Esperemos que dentro del partido él disfurte y lo pase bien pero que los tres puntos se queden en Vallecas. Mandarle un abrazo porque es un persona querida dentro del rayismo", señaló el técnico.