El Oviedo despidió el año 2016 con una derrota (1-2) ante el Córdoba. Era la jornada 19, tarde fría y lluviosa en el Tartiere. El equipo azul se fue de vacaciones de Navidad con 26 puntos, en el puesto número doce de la clasificación, fuera de todo.

Hoy, un invierno después, abril de 2017, el Oviedo tiene justo el doble, 52 puntos, y es uno de los fijos en el play-off de ascenso. En 14 jornadas, las que se llevan disputadas en este 2017, el equipo de Hierro, pues, ha logrado sumar otros 26 puntos. La conclusión es fácil: los azules han necesitado cinco jornadas menos para sumar los mismos puntos. 19 jornadas del año pasado, 26 puntos. 14 jornadas de este año, 26 puntos. Escrito de otro modo: el Oviedo ha acelerado tanto el ritmo que le ha permitido obtener el mismo botín con cinco partidos menos.

De momento, por tanto, este 2017 es el año del Oviedo. En los 14 partidos que se llevan jugados desde enero, los azules han sumado más puntos que cualquiera de los rivales que tiene a día de hoy en el play-off: dos más que el Tenerife, cinco más que el Cádiz, siete más que el Getafe, dos más que el Huesca (el primer perseguidor) y doce más que el Lugo, que también está al acecho y es el rival del domingo (18.00 horas, Anxo Carro). En estos tres meses largos que llevamos de año, los azules han subido ocho puestos y han mantenido un ritmo similar al del Girona y el Levante, los dos únicos equipos que han sacado más puntos que los azules en 2017.

Si la temporada hubiera empezado en 2017, si sólo existiera la clasificación en este año, el Oviedo sería tercero con 26 puntos y tendría el ascenso directo a tiro: a dos puntos (28) estaría el Girona y a tres (29), el Levante. La hipótesis no sirve para nada más que para advertir las dinámicas de los equipos, algo importante en el tramo final de cada temporada, como se demostró con Osasuna el curso anterior, que acabó subiendo porque aceleró al final. La dinámica que está demostrando el Oviedo este año es claramente ascendente, como también lo es la del Tenerife (24 puntos en 2017) o la del Huesca (22 puntos). Todavía quedan nueve "finales", como llaman a las jornadas restantes los futbolistas azules, y la categoría es tan igualada que lo que hoy está arriba mañana está abajo. Pero sucede que, a día de hoy, el equipo de Hierro transmite la seguridad que le da su principal garantía: el Carlos Tartiere.

En el debe del equipo azul, ya se sabe, está su comportamiento lejos de casa. El Oviedo ha sumado fuera sólo 13 puntos, una cifra pobre si se tiene en cuenta que, hasta el momento, sólo hay cinco equipos con peores registros a domicilio que los azules: los cuatro del descenso (Mirandés, Mallorca, Alcorcón y Almería) y el Rayo Vallecano, que está un puesto por encima de esos puestos. En el vestuario azul, no obstante, ya tienen un espejo en el que mirarse: el partido de Tenerife. Allí el equipo azul cuajó su mejor partido fuera de casa, según la versión del propio Hierro. La derrota llegó por un penalti inexistente. El domingo en Lugo los azules tienen otra oportunidad fuera de casa para mejorar unos registros necesarios para seguir el buen ritmo.