Un simple vistazo a los dos equipos que Hierro puso en liza sobre el césped de El Requexón servía para darse cuenta de las extrañas circunstancias que rodean a la preparación del choque ante el Levante. La defensa azul, hoy por hoy, es una zona accidentada. Con Varela (lesión), Christian Fernández (sanción) y Verdés (lesión y sanción) fuera de concurso, cualquier alteración mínima puede convertirse en drama. Por eso, cuando Costas abandonó el entrenamiento se encendieron las alarmas. Para superar los contratiempos, Hierro tiene dos opciones. Una es tirar de la cantera. De ahí que se ejercitaran con el primer equipo el central del Vetusta Emilio Morilla y el lateral izquierdo del juvenil Fran. La otra salida es apostar por la polivalencia de algunos futbolistas.

José Fernández es el mejor ejemplo de la segunda opción. El cordobés es un lateral derecho clásico, concentrado en defensa y sin complicaciones en ataque Un especialista. Pero ante el Huesca ya le tocó emplearse en la izquierda y ayer, en el entrenamiento, volvió a mudar de flanco. El cambio no le supone mayor problema. "El entrenador me está probando en la izquierda, es él el que decide y a mí me toca adaptarme", señala el andaluz cuando se le pregunta por su nuevo rol. "He jugado ahí en algunos momentos puntuales y prácticamente es la misma labor en las dos bandas. Igual cuesta más a la hora de cerrar o subir, pero yo me encuentro cómodo en la izquierda. Si me toca jugar ahí, espero hacerlo bien", añade.

Si Hierro necesitaba voluntarios para preparar el choque ante el líder, Fernández es de los que ha dado un paso al frente. Y eso que la empresa no es sencilla. El Levante no ha perdido partido en casa y se juega el ascenso a Primera. Necesita ganar para que la fiesta, para la que la entidad ya se prepara, pueda celebrarse. El Oviedo, por su parte, ve la situación con cautela en la distancia. No molestan los preparativos pero el vestuario espera que se guarden para otra ocasión. "Soy de los que piensa que hasta que matemáticamente no se ha ascendido no hay que celebrar nada. Nosotros iremos a hacer nuestro partido y a quedarnos con los tres puntos. Ellos sabrán cómo tienen que salir y si tienen que celebrar o no. No es nuestro tema", señala José Fernández.

Para favorecer el ambiente festivo, el Levante oferta precios populares para el choque. Los abonados levantinistas pueden adquirir una entrada de acompañante con un precio reducido: 15 euros en la tribuna, 10 en la grada central y 5 en el fondo.