Aquella victoria en Miranda de Ebro en un ejercicio de profesionalidad y seriedad tuvo un regusto a alivio. Los partidos fuera de casa ya se habían convertido para entonces, febrero de 2017, en un problema mayor para el Oviedo y estaban suponiendo para Hierro un quebradero de cabeza, el mayor en su estreno como técnico. El malagueño había sugerido por entonces que se trataba de una cuestión mental, un bloqueo de la cabeza que acababa afectando a las piernas. El Oviedo ganó aquella tarde en Anduva y el asunto pareció resuelto. Tres meses después, los azules transitan por la Liga con el mismo problema y similares síntomas. Tarragona. El Nou Estadi del Nàstic, se presenta ahora como el escenario en el que los azules deben reaccionar. La presencia en el play-off y las aspiraciones de ascenso pasan en buena medida por una victoria en tierras catalanas.

Desde aquella tarde exitosa de Miranda, el Oviedo no ha vuelto a sonreír fuera de casa. Son seis los encuentros de los azules sin ganar a domicilio con un saldo total de dos puntos sobre 18 posibles. Insuficiente para un candidato. Tras Anduva las cosas no salieron del todo mal en Reus. Los catalanes se adelantaron pero el Oviedo se hizo con el mando en el segundo acto y llegó a igualar gracias a un estético tanto de Borja Domínguez. Quince días después los de Hierro volvieron a igualar, esta vez en Soria, aunque en aquella ocasión la imagen no fue tan solvente como en Reus. Esos dos empates le daban credibilidad al equipo fuera de casa, como un equipo incómodo en todos los escenarios. Pero seguía necesitando un triunfo que le lanzara en la tabla. No llegó la victoria deseada la siguiente semana cuando los azules cayeron sin presentar oposición al Rayo (2-0), en una tarde que recuperó viejos vicios.

De todos los tropiezos últimos del Oviedo el que admite más protestas es el de Tenerife (1-0) por la imagen ofrecida (buen juego y ocasiones) y la forma en qué llegó el gol local, en un penalti que solo vio Pérez Pallas. En Lugo volvió a dar la espalda la suerte (2-1) y en Valencia, ante un Levante que se preparaba para la fiesta, el esfuerzo fue insuficiente (1-0).

Los números de los azules a lo largo de la temporada siguen siendo pobres lejos de Asturias. Con 13 puntos sumados, el saldo es insuficiente para un equipo que aspira a disputar el play-off. Solo hay que comparar los números con el resto de conjuntos en posiciones de promoción. El Getafe (tercero) ha hecho 21 puntos fuera; el Tenerife (cuarto), 20; el Cádiz (quinto), 24, Huesca (sexto), 22 y el Valladolid (séptimo), 21. Incluso el próximo rival liguero, el Nàstic, que ocupa puesto de descenso, tiene una trayectoria más exitosa que los azules a domicilio, con 19 puntos.