Tejera se convirtió en el ejecutor, en la confirmación que se veía venir. El Oviedo timorato de la segunda parte había logrado borrar de un plumazo la aparente puesta en escena inicial. Tejera igualó el choque para el Nàstic con dos disparos desde la frontal (2-2) y ahondó en la crisis de confianza de los azules. En el momento más importante de la temporada, en los dos meses en los que se deciden los éxitos, al Oviedo se le ha agotado la gasolina. Por primera vez en el presente curso los azules acumulan cinco encuentros sin ganar.

La actual es la tercera crisis de resultados a la que se enfrenta el equipo de Hierro. El debate futbolístico siempre ha estado presente, pero los números le han dado la espalda a los azules en tres ocasiones, contando con la actual. La primera amenaza de crisis no tardó en llegar. Fue en el inicio de campeonato, cuando el Oviedo buscaba su sitio en la tabla. El equipo de Hierro igualó sin goles en Mallorca, jornada 3.ª, y ante el Mirandés, 4.ª. Y perdió después en Getafe (2-1) y ante el Reus en el Tartiere, en pleno San Mateo (0-1). El equipo viajó a Cádiz, 7.ª fecha, jugándose entrar en la zona de descenso: sin trascendencia a esas alturas pero sintomático. Y el equipo reaccionó. Fue una de esas tardes en las que Hierro le dio una vuelta de tuerca al equipo y el dibujo funcionó: 0-2 en el Carranza en el inicio de una racha que lanzó al equipo hasta el segundo puesto.

Solventada la primera crisis con una reacción sobresaliente, el segundo momento crítico llegó en diciembre. Atravesaba el Oviedo problemas serios a domicilio, con varias goleadas sangrantes. El cierre de año no fue sencillo: 2-1 en Zaragoza y 1-2 ante el Córdoba. El propósito para 2017 era reaccionar lejos de Asturias. En el Pizjuán, en el estreno del año, la bofetada fue sonora: 5-3 ante el filial hispalense. Cero puntos sobre 9 posibles ponían en entredicho la labor de Hierro. El Oviedo venció al Elche (2-1) y enderezó su rumbo.

Ahora, el momento de malos resultados es aún más afilado. Los azules acumulan cinco encuentros sin ganar, con 2 puntos sumados de los últimos 15 en juego. El Lugo remontó en la 34.ª jornada (2-1) como primer paso de la crisis. El Huesca rascó un punto la semana siguiente en el Tartiere (1-1) y el Levante se proclamó campeón (1-0) ahondando en la herida azul. El golpe más duro llegó la semana pasada, ante el Alcorcón: 0-1. Los cinco partidos sin victorias se completan con el empate de Tarragona.

El equipo ya ha salido de momentos similares esa temporada aunque ahora tiene un enemigo añadido: a la falta de ideas futbolísticas se suma un calendario que aprieta. El play-off por el ascenso sigue a dos puntos de distancia cuando quedan 12 en juego.