Para los más prácticos, los números siempre abren una rendija a la esperanza. Las matemáticas en este punto son claras: el Oviedo está a dos puntos del objetivo cuando quedan 12 en juego. Las sensaciones no invitan al optimismo y el tiempo apremia, tan solo cuatro encuentros antes de acabar la liga regular, pero el lema ya fue pronunciado por Hierro desde la sala de prensa del Nou Estadi: "Lucharemos mientras haya opciones". El vestuario carbayón se mueve en una dirección similar a la de su entrenador.

"El empate de Tarragona significa una oportunidad perdida, otra más. Ya son varias las que hemos desperdiciado, pero tal y como se dio la jornada seguimos estando en la pelea por el play-off, aunque es cierto que cada vez queda menos", asegura David Rocha, que el sábado vivió un encuentro especial ante la que fue su afición antes de emigrar a Estados Unidos.

Para el centrocampista extremeño, la clave de la reacción de los catalanes estuvo en el dominio de las segundas jugadas y los rechaces. "Tras el descanso perdimos la iniciativa y a base de balones frontales nos hicieron daño, porque se hicieron con el 90% de las segundas jugadas. Nos tocó sacar balones como pudimos", analiza Rocha. "La idea era tener la pelota, pero cambió la dinámica en la segunda mitad. Al no coger las segundas jugadas no te haces con el balón y es imposible tener posesiones largas", añade el extremeño, que recibió el cariño de la hinchada del Nàstic al final del encuentro.