Alcanzado este punto, la única respuesta posible es la victoria. El Oviedo ha llegado a ese momento de la temporada en el que deben hablar los resultados. La mala dinámica en la que se ha instalado el equipo apenas encuentra explicaciones por los protagonistas. Los dos puntos sumados en los últimos cinco choques ligueros no dan mucho margen de maniobra pero quedan cuatro jornadas, 12 puntos, suficiente margen para responder. Pero la vista del vestuario azul no se alza más allá de lo que suceda el próximo sábado (Tartiere, 21 horas), cuando el Zaragoza visite el Tartiere con la intención de poner tierra de por medio, de forma definitiva, con los puestos de peligro. Los maños sólo le sacan cuatro puntos al Nàstic, el primer equipo en zona de descenso. La orden que emana desde el vestuario apunta al siguiente partido. No hay nada más allá. Sólo importa el choque del sábado, sumar tres puntos y esperar algún tropiezo. El mismo sábado el Huesca visita al UCAM, el Tenerife recibe al Levante y el Cádiz juega en el Carranza ante el Córdoba. El domingo, el Valladolid visita Miranda de Ebro.

El regreso a los entrenamientos se producirá esta mañana, a partir de las 10.30 en El Requexón, en una sesión abierta al público. El principal punto de interés radica en saber el estado de los lesionados, especialmente de Linares y Verdés, que se perdieron el choque en Tarragona por molestias.