No se puede decir que la derrota en Córdoba sorprendiera dentro del Oviedo. Quizás sí las formas, ese abultado 4-2 que resucitó las peores pesadillas de los encuentros fuera de casa. Pero la trayectoria de los azules en las últimas semanas invitaba a pensar en el seno del club azul en un triste final de temporada. Las pistas eran demasiado evidentes. La derrota entierra las opciones de ascenso, el objetivo exigido por todos los ámbitos, y abre un periodo difícil, feo, de búsqueda de responsabilidades y promesas de lecciones aprendidas para el futuro. Un camino ya conocido. Porque en la entidad carbayona se considera que el play-off, aunque la matemática aún abra una mínima rendija, es una meta inalcanzable. Es tiempo de reflexión.

Fernando Hierro fue el primero en lanzar la suya. Lo hizo minutos después de consumarse la derrota, con las pulsaciones aún altas. Pero no dio la impresión de que su juicio fuera fruto de un calentón. Parecía una historia con recorrido. "Tiene que ver con una cosa que no se compra: el carácter", señaló. Ese "carácter", al que ya ha aludido en otras ocasiones, es el que, en su opinión, justifica el fiasco. Las explicaciones futbolísticas apenas existieron en la sala de prensa del Arcángel. No es la primera vez.

Las palabras de Hierro sorprendieron en un vestuario tocado tras el descalabro. Aunque no fueron más allá: la sensación de tristeza por una temporada que acaba de forma decepcionante (nadie defiende la opción de que el equipo se pueda hacer con el sexto puesto) fue el sentimiento preponderante. El departamento de prensa del club dejó la intervención ante los medios a la voluntad del vestuario. Fueron dos de los pesos pesados, Linares y Toché los que se presentaron. Había más futbolistas dispuestos a dar la cara. "Es un final de temporada desastroso, que no es digno de este club ni de esta plantilla. En el equipo hay jugadores con mucha calidad pero a la hora de la verdad no hemos sido capaces", argumentó Linares. "Solo nos queda pedir perdón. Sumar tres puntos en mes y medio no se puede permitir en Segunda", añadió el aragonés. Toché, siempre claro en sus palabras, fue contundente. "Cada uno de nosotros podía haber dado más. No lo hemos dado todo", señaló. Se le pidió a continuación que ampliara su explicación: "A veces era la intensidad, luego los fallos? Hay mil excusas. Fuera de casa hemos sido una ruina y la realidad es que cuando hemos estado al cien por ciento hemos sido superiores a nuestros rivales". Linares fue aún más directo: "Cuando este equipo le ha puesto huevos, pocos puntos se nos han escapado".

Queda el primer factor marcado. Y coincide con el análisis de Hierro: algo ha fallado al margen de lo futbolístico. Sirva el ejemplo de autocrítica de Toché. "Yo soy uno de los principales culpables porque soy de los que más minutos ha jugado. Y creo que no he estado al nivel que la afición esperaba", indicó. La propuesta futbolística ha fallado en muchas jornadas pero la actitud, el orgullo, la intensidad y otros factores similares empleados para describir las derrotas a lo largo de la campaña también han influido. Esa segunda crítica, la que va al margen del balón, es la que duele en el oviedismo y la que hace que se planteen dudas sobre el futuro inmediato.

El Oviedo vuelve a sumirse en una sensación de abatimiento con dos partidos aún por disputarse. Igual que el año pasado. El reflejo de la temporada anterior también hace daño al aficionado. Son dos cursos con un desenlace con demasiadas coincidencias.

Las dudas se centran ahora sobre el futuro inmediato. La sensación a día de hoy es que Hierro está más fuera que dentro del proyecto para la temporada que viene. El técnico malagueño tiene firmado otro año, pero las partes siempre condicionaron la continuidad al resultado final. Los entrenadores viven de los resultados y estos han dado la espalda en los últimos tiempos. No hay una decisión tomada por ninguna de las partes, Hierro siempre ha manifestado que su intención era cerrar la temporada con éxito antes de afrontar su futuro, pero los dos últimos meses de competición afectarán a la toma de decisiones.