El Oviedo ha pasado de ser el segundo equipo de la categoría que más puntos consiguió como local en las 33 primeras jornadas de Liga al tercero que menos ha sumado en su campo en las siete últimas. Los azules se habían sostenido en la zona alta de la clasificación durante buena parte de la temporada gracias a la solidez que estaban demostrando en el Carlos Tartiere. Lejos de su campo, el equipo de Hierro ha sido bastante irregular toda la campaña, pero los tropiezos como visitante los compensaba ante su afición. Cuando eso no ha sucedido, el Oviedo lo ha pagado quedándose casi sin opciones de luchar por subir.

En los tres últimos partidos que ha disputado el Oviedo en su campo, los que están dentro de la racha de siete jornadas sin ganar que llevan los azules, han sumado sólo dos puntos. Los siete que se han quedado en el camino les hubieran bastado para estar ahora mismo quintos, con todo a favor para disputar la promoción de ascenso. Si hubieran mantenido la media de la temporada (2,3 puntos por partido en casa) tendrían ahora cinco puntos más en el casillero y estarían empatados a 60 puntos con el sexto clasificado, el Valladolid.

La última victoria azul fue precisamente en el Tartiere ante el UCAM de Murcia (2-0). Tras ese resultado las cosas le iban bien a los azules, al menos en la lucha por meterse entre los seis primeros. El Oviedo era entonces cuarto, con 52 puntos, y una renta de dos sobre el séptimo, el Huesca. Los azules cayeron (2-1) en la siguiente jornada en el campo de Lugo. Un tropiezo que se podía esperar viendo la trayectoria de los azules a domicilio (en estos momentos el Oviedo lleva doce derrotas fuera, cinco empates y tan solo tres victorias).

Ese resultado hacía aún más importante el encuentro de la siguiente jornada en el Carlos Tartiere, el que les enfrentaba al Huesca. Un rival directo al que estaban obligados a doblegar en como locales para dar un salto que podía ser casi definitivo en la luchar por entrar en el play-off de ascenso a Primera. Los azules se adelantaron por medio de David Costas, pero en la segunda parte Christian Fernández fue expulsado y los de Anquela lograron un empate que les supo a gloria. Dos puntos que se esfumaban del municipal ovetense y que dejaban al Oviedo sexto, con un solo punto de ventaja sobre el séptimo, precisamente el Huesca.

Las cosas empeoraron aún más con la siguiente derrota (1-0) a domicilio, la que sufrieron en el campo del Levante, equipo que certificaba así su ascenso a Primera. Este resultado sacó al Oviedo de puestos de promoción. Nada que no se pudiera solucionar si se recuperaba la buena trayectoria que estaban manteniendo los azules en su campo a lo largo de toda la campaña.

Pero uno de los golpes más duros llegó precisamente en el Tartiere. La derrota (0-1) ante un Alcorcón que lucha por la salvación fue un golpe muy duro para los de Fernando Hierro. Un mal partido y en un peor resultado que obligaba al Oviedo a reaccionar de forma inmediata. El empate (2-2) en el campo del Nástic después de ponerse 0-2 y otro empate (0-0), esta vez en el Tartiere, ante el Zaragoza en un choque en el que merecieron mucho más pusieron las cosas aún más difíciles. En Córdoba se puso casi imposible.