Partido sin historia el vivido en un estadio Martínez Valero prácticamente vació y en el que el conjunto local, ya descendido, apenas planteó resistencia a los intereses del equipo ovetense.
La jornada realmente importante se vivía en los estadios de Levante y Valladolid donde, de producirse la carambola necesaria, residían las escasas posibilidades del Oviedo de clasificarse para la promoción.
Los nervios parecían atenazar a los pretendientes a la sexta plaza porque los tres encuentros llegaron al descanso con empate a cero goles y ninguno de los contendientes parecía querer llevarse el premio final de la promoción.
En una muy mala primera parte, el Elche prácticamente rendido, no hizo intervenir a Juan Carlos mientras los visitantes desaprovechaban alguna ocasión clara en un partido sin la intensidad prevista para un encuentro en el que era obligada la victoria.
Con mejores formas salió el Real Oviedo tras la reanudación.
El gol de Toché, al aprovechar un preciso centro de Susaeta, junto al tanto del líder a la SD Huesca hizo soñar a los aficionados azules durante cinco minutos pero la rápida reacción de los oscenses (le dio la vuelta al partido) dinamitó las opciones de clasificación.
Poco después, Nando marcaba tras aprovechar una pared con Toché para subir el 0-2 definitivo al marcador.
Con prácticamente todo decidido se jugó el último cuarto de hora de partido. Fernando Hierro dio entrada al canterano Héctor Nespral que de esta forma debutaba en la categoría con la camiseta azul a falta de ocho minutos para el final.
El gol del Real Valladolid a poco del final dejó al Real Oviedo en la octava posición final consumando el fracaso de un equipo pensado para entrar, al menos, en el play-off como había afirmado durante el transcurso de la temporada el cuerpo técnico.
Dos victorias en las dos últimas jornadas que no fueron suficientes para detener la sangría de resultados de estos dos últimos meses y que deja la sensación de que la promoción se le ha escapado entre los dedos al Real Oviedo por pequeños detalles.
