Durante escasos tres minutos, el milagro estuvo cerca. Entre las 21.49 y las 21.52 horas, el Oviedo se situó a un solo gol de meterse en el play-off. Dependía de lo que sucediera en otro campo, es cierto, pero el caso es que solo hacía falta gol. Toché había adelantado al Oviedo y el 1-0 que se registraba en el Ciudad de Valencia acercaba a los azules al sexto puesto. Los ánimos carbayones se dirigieron al Cádiz, que igualaba en Valladolid sin goles. Faltaba un guiño cadista. El banquillo lo celebró con rabia. Pero la esperanza menguó tres minutos después. El gol de Aguilera para el Huesca hacía que la carambola azul dependiera, de nuevo, de dos escenarios ajenos. Una cuesta demasiado empinada.

Fueron esos tres minutos los que despertaron la ilusión de que la temporada no se acabara antes de tiempo. De que se alcanzara el objetivo fijado esta campaña. El play-off era la tierra prometida, el lugar que debía ocupar el Oviedo en el ambicioso proyecto dirigido por Carso. Pero la temporada, con una evolución muy similar a la del curso pasado, ha vuelto a acabar en decepción. Los azules se quedan octavos, con la amarga sensación de haber dejado pasar una oportunidad interesante para crecer. El play-off es indescifrable, pero el Oviedo suele sentirse cómodo en las fases decisivas. No será este año.

Y las dudas se centran en torno al nuevo curso. Hierro no aclaró en el Martínez Valero si seguirá, explicó que su continuidad está pendiente de una reunión con el club que aún no se ha producido. Pero sus palabras del viernes suenan a despedida. El malagueño, en su intervención más sincera en Oviedo, señaló la necesidad de que el equipo tuviera un "proyecto". Y esa palabra, proyecto, es la que debe presidir el futuro más inmediato de los azules.

La temporada acaba de forma amarga. El objetivo era estar entre los seis primeros y no se ha logrado. Con la estabilidad económica asegurada, toca encarar de nuevo un proyecto competitivo en Segunda, una competición traicionera.

A falta de la reunión con la entidad, la sensación es que el ciclo de Hierro en el Oviedo puede haber llegado a su fin. El club ya maneja alternativas y el entrenador ha sido expuesto a un desgaste importante a lo largo de la campaña. Las miras vuelven a centrarse en México, lugar donde se cuecen las decisiones de calado del Oviedo.