La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Dos perfiles opuestos

Pako Ayestarán. Un entrenador de método, admirador de Guardiola, sin experiencia en la categoría de plata y que aspira a un proyecto a largo plazo | Juan Antonio Anquela. El técnico del Huesca, un tipo de carácter y con una larga trayectoria en Segunda, tiene como modelo a Vicente del Bosque

Pako Ayestarán. IGNACIO HERNÁNDES / SUPERDEPORTE

Pako Ayestarán

Pako Ayestarán, nacido en Beasáin (Guipúzcoa) hace 54 años, está licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Su trayectoria en el fútbol se inicio precisamente llevando a cabo la labor para la que se había formado, siendo preparador físico de los equipos de Rafa Benítez desde sus comienzos, echándole un cable también como auxiliar. Juntos fueron creciendo hasta llegar al Liverpool, donde ganaron la Liga de Campeones. Poco después rompió con Benítez y trabajó con Quique Sánchez Flores y Unai Emery.

En solitario ha dirigido a los equipos mexicanos del Estudiantes Tecos (propiedad del los grupos Pachuca y Carso) y al Santos Laguna, así como al israelí Maccabi Tel Aviv, con el que consiguió el "triplete" en la campaña 2014-15. Luego pasó fugazmente por el Valencia, donde en la campaña 2015-16 dirigió los ocho últimos encuentros y en la que acaba de concluir tan solo le dieron cuatro de margen antes de destituirle. Un trayecto rápido que le dejó un poso de amargura y la sensación de que el Valencia nunca había terminado de confiar en él.

Ayestarán aspira a asentarse en un proyecto a largo plazo. Muy confiado en su capacidad como técnico, dijo en una entrevista que "el entrenador que más ha aportado al fútbol en los últimos años es Guardiola". En esa misma entrevista, publicada en Mundo Deportivo, se definió como "un técnico que fundamentalmente cree en el método. El tener una forma de hacer las cosas te da consistencia", añadía. Partidario de cuidar la cantera y de implantar un modelo común de club, Ayestarán espera un equipo en el que le den tiempo suficiente como para implantar un método que aún no ha sido tasado en España.

Juan Antonio Albacete Anquela

Dicen los que le han visto entrenar en Huesca que el encontronazo con David López no casa del todo con la personalidad de Juan Antonio Albacete Anquela. Es un entrenador serio, pero no se trata ni de un sargento ni acostumbra a perder los nervios como hizo en la eliminatoria que acaba de concluir ante el Getafe, en la que su equipo no ha podido seguir adelante en el play-off de ascenso a Primera tras una temporada que, a pesar de todo, ha sido muy buena para un club humilde como es el oscense.

Eso no quiere decir que no tenga la capacidad de poner en su sitio a un futbolista si considera que no va por el camino adecuado. Personalidad y carácter le sobran, pero si la situación no requiere otra cosa suele ser conciliador y partidario de tener un buen ambiente en el vestuario. De hecho, el jienense ha declarado en alguna entrevista que su modelo es Vicente del Bosque "por su saber estar, por cómo trata a todo el mundo y por su sencillez".

Pero si hay una característica en la que Anquela tiene pocos rivales es en la experiencia. Son ya muchas las batallas en las que ha luchado y muchos los partidos que ha dirigido en Segunda (250) a lo largo de una trayectoria en la que ha destacado por conseguir que equipos humildes rindan a un nivel muy alto. Si el jienense, de 59 años, es conocido por todos es precisamente por conseguir que un modesto como el Alcorcón se hiciera famoso tras eliminar de la Copa del Rey a todo un Madrid. Y lo consiguieron tras golearles 4-0 en la ida. Su trabajo en Jaén, Huesca, Melilla, Águilas y Alcorcón le sirvieron para tener una fugaz oportunidad en Primera con el Granada. Luego regresó a lo suyo, a los clubes modestos, para volver a rendir a un gran nivel en el Numancia y ahora en el Huesca.

Compartir el artículo

stats