Michu lo ha intentado todo pero no ha podido ser. Hace un año que llegó con la ilusión de poder ayudar al Oviedo a pesar de su lesión crónica en el tobillo derecho, pero no ha podido rendir al nivel que a él le hubiera gustado y encima ha tenido que soportar el dolor que le acompaña cada vez que se calza las botas. En estas condiciones, el ovetense buscará un acuerdo con el club para rescindir el contrato que les unía la próxima temporada.

El delantero, de 30 años, es todo un referente para el oviedismo. Esa es otra de las razones que ha empujado al futbolista a tomar la decisión de dar por concluida esta etapa. Michu quería volver al Oviedo para ser un jugador importante y si no se ve en buenas condiciones prefiere dar un paso a un lado. Esta semana puede ser definitiva para llegar a un acuerdo entre el club y el futbolista.

Antes de llegar al Oviedo, Michu estuvo jugando en el Langreo, en Tercera, a las órdenes de su hermano Hernán Pérez. La posibilidad de volver a trabajar con él en el cuerpo técnico del conjunto azulgrana es una de las que podría estar barajando el delantero de cara a su futuro más inmediato.

Michu se formó en la cantera del Oviedo, llegando al primer equipo en 2003, cuando sólo tenía 17 años. En la temporada 2007-08 se incorporó al Celta B y esa misma temporada debutó con el primer equipo en Segunda División. Cuatro fueron las temporadas que estuvo el ovetense en el cuadro gallego, todas ellas en Segunda. El buen rendimiento que demostró allí le valió para dar el salto a Primera. Fue en las filas del Rayo Vallecano, club en el que terminó de explotar marcando 15 goles. Era la temporada 2011-12 y Michu se había convertido en uno de los jugadores más deseados del fútbol español.

El ovetense aceptó una oferta del Swansea para jugar en la Premier. En Inglaterra marcó 18 goles y fue elegido como el jugador revelación. Una liga como la inglesa le convirtió también en un icono mundial. Él, por su parte, nunca perdió la oportunidad de hacer bandera de su oviedismo, del club que lleva en el corazón y al que seguía desde la distancia.

Las lesiones empezaron a complicarle la vida la siguiente temporada, la 2013-14. Aún así, llegó a debutar con la selección española absoluta. Tras esa complicada temporada se fue cedido al Nápoles. En el Calcio tampoco pudo rendir al nivel esperado de nuevo por las molestias en el tobillo derecho que ya nunca le abandonarían. No se dio por vencido y trató de volver al fútbol, primero en Tercera, en el equipo que entrenaba su hermano, y esta pasada temporada en el club de su corazón, en el Oviedo. La afición azul siempre se lo agradecerá.