Cuando Esteban llegó al Oviedo en el verano de 2014, lo hizo para capitanear el enésimo intento azul de lograr el ascenso a Segunda. Renunció a un generoso contrato en Primera, con el Almería, para embarcarse en una aventura que colmó sus expectativas: así lo mostraron las lágrimas en el Ramón de Carranza tras conseguir el éxito en la agónica promoción. Cuando se comprometió con el Oviedo lo hizo con un contrato de dos temporadas y la inclusión al término del mismo en el cuerpo técnico de la entidad, con una función concreta que las partes debían matizar en su momento.

Pero al finalizar los dos años como futbolista azul, ya con el Oviedo en Segunda, el portero expresó su deseo de seguir jugando. Tras las conversaciones pertinentes, el club y Esteban firmaron un contrato el pasado verano que renovaba el anterior y unía al avilesino como portero azul durante una temporada y añadía otras tres en el cuerpo técnico.

Acabada la campaña, y después de no haber tenido ninguna oportunidad en la Liga con Juan Carlos como indiscutible para Hierro, el club no le ha transmitido al futbolista su deseo de contar con él en la plantilla del próximo curso y el contrato firmado entre las partes le sitúa en una esfera diferente, en la labor de entrenador con una función concreta por definir. A sus 42 años recién cumplidos, Esteban entiende que aún puede seguir aportando en las porterías y su primer impulso es el de seguir jugando al menos otra temporada más. El avilesino escuchará a partir de ahora ofertas para decidir finalmente si acepta a alguna de las propuestas o prefiere cumplir su contrato en labores de entrenador con el Oviedo.