Paralelamente a lo que sucede en el terreno de juego, en las gradas se disputa otra competición. Una Liga de cánticos y apoyo que tiene su importancia en el rendimiento del equipo. Se vio en el Oviedo de la pasada temporada. Durante la mayor parte del curso, los de Hierro se comportaron como un conjunto firme y fiable ante su gente pero endeble y frágil lejos de casa. Sólo el Zaragoza fue capaz la temporada pasada de superar a los azules en número de socios y en asistencia media al estadio azul. Para el presente curso, el descenso de equipos con un apoyo social importante, como Granada, Sporting y Osasuna, hace que el título a la afición más fiel esté más abierto.
El Tartiere se convirtió la temporada pasada en el segundo campo de la competición con mayor afluencia de gente. Un total de 293.124 espectadores acudieron al municipal ovetense para ver a los de Hierro, lo que supone una media de 13.958 aficionados por partido. La ocupación del estadio, con capacidad para 30.500, fue del 45,8%.
Los números situaron al Tartiere segundo, sólo por detrás de La Romareda y sus 15.770 espectadores. El estadio del Zaragoza presentó una ocupación menor de sus 34.596 asientos: el 45%. El tercer campo con un ambiente más numeroso fue el Ramón de Carranza, con 13.252 espectadores de media y una ocupación del 52,9%.
El curso anterior, el 2015-16, el Tartiere había acabado como el cuarto estadio con mayor ocupación gracias a sus 14.189 espectadores (231 más que el pasado año). Por entonces, le habían superado La Romareda (16.093), El Sadar (14.345) y el Arcángel (14.334) en apoyo. Esta temporada los azules volverán a pelear por ser la afición más numerosa de la categoría.
