La pasada temporada dejó un regusto amargo para Rocha. Había llegado en verano con la intención de hacerse con el mando en el centro del campo. Así lo hizo durante parte de la primera vuelta, pero después su protagonismo cayó. Alternó la banda y el centro sin encontrar un punto de regularidad. El triste final de campaña, con el Oviedo fuera del play-off, puso el triste colofón a una temporada mejorable. El actual curso deja otras sensaciones. Rocha ha sido titular en cuatro partidos y ha aprovechado su buen momento de forma y las lesiones para instalarse en el once. "Estoy contento pero yo me dedico a trabajar cada día, cerrar la boca y esperar mi oportunidad. Cuando vas teniendo protagonismo crece la confianza y te vas encontrando más cómodo", expresa el centrocampista.