Toda recuperación de una lesión consta de partes muy diferenciadas. Hay un paso especialmente celebrado por los futbolistas: cuando empiezan a ejercitarse sobre el campo. Atrás queda el tedioso trabajo de gimnasio y los ejercicios de readaptación se hacen en un entorno más futbolero, cerca de los compañeros. Las primeras carreras continuas tras una lesión siempre van acompañadas de una pronunciada sonrisa. Así ocurrió ayer con McDonald Mariga y Diegui Johannesson. En el tramo final del entrenamiento en El Requexón, el del regreso tras una jornada de descanso, aparecieron dos de los lesionados del Oviedo para demostrar que su puesta a punto ha dado otro paso al frente.

Mariga cayó en el partido ante el Almería, el de su estreno en la Liga. Saltó al campo en los últimos 20 minutos pero en un choque cayó lesionado. Aguantó hasta el final pero las pruebas posteriores revelaron que se había roto. Desde entonces ha permanecido al margen de sus compañeros. Una ausencia importante en el centro del campo.

La historia de Johannesson es similar, aunque su caída llegó una semana después, en el choque ante Reus en el Tartiere. Anquela le alineó en el extremo y el canterano gozó de una oportunidad inmejorable justo antes del descanso. Fue la acción en la que se lesionó. Fue sustituido al descanso con una rotura de fibras que le ha dejado KO desde entonces.

Anquela no quiere arriesgar y deja la recuperación en manos de los servicios médicos. El técnico siempre mantiene la cautela con los tocados, más aún en una situación como la actual, con solo 17 jugadores de la primera plantilla disponibles, más Owusu, que tiene ficha con el filial, Ninguno de los dos estará presente en el choque de Albacete. Si nada se tuerce y no hay ninguna sorpresa desde el filial la lista sería la misma de las dos últimas citas: Juan Carlos y Alfonso Herrero como porteros; Cotugno, Valentini, Carlos Hernández, Verdés, Christian Fernández y Mossa en la defensa; Forlín, Rocha, Folch, Pucko, Berjón, Aarón Ñíguez y Yeboah en el centro del campo; y Toché, Owusu y Linares como delanteros.

Quien sí parece más cerca de la recuperación total es Viti. Hace dos semanas que había empezado a correr por los campos de El Requexón y ayer, por primera vez, completó parte del entrenamiento junto a sus compañeros. Fue un trabajo liviano para ir cogiendo sensaciones. La segunda mitad de la sesión le llevó de nuevo al trabajo individual. Su recuperación parece marchar por el buen camino pero en el club no se quieren correr riesgos. Aún pesa la temporada pasada cuando el canterano estuvo ausente por problemas en el tobillo. El equipo vuelve a ejercitarse hoy a partir de las 10.30 horas en El Requexón, en una sesión abierta al público. Solo está previsto un entrenamiento a puerta cerrada esta semana, el del viernes.