Allá donde vaya, el Oviedo nunca estará solo. Ayer hubo otra muestra: mientras un buen puñado de oviedistas se reunían en el chiringuito de las peñas en San Mateo, en pleno centro de Oviedo, casi otro centenar exigía a su garganta para animar el equipo azul desde una de las gradas del Carlos Belmonte, en Albacete. Allí, desde la misma esquina que el oviedismo conquistó en 2013, entonces para empujar al club a Segunda División, aficionados azules llegados desde Oviedo, Madrid y otras parte de España se dejaron sus gargantas de nuevo. Pese a la derrota, los futbolistas azules acudieron a la esquina a agradecer el apoyo. "Allá donde esté, yo te animaré", dice una canción oviedista. En Oviedo o en Albacete. Tal cual.