Toché fue el encargado de lanzar un mensaje de ánimo a las jóvenes promesas. "A los canteranos les diría que si su sueño es jugar en el Oviedo que peleen por ello porque merece la pena", comentó sobre el estrado mientras recibía el premio al mejor futbolista de la temporada pasada. Fue el perfecto colofón al segundo día del Real Oviedo en San Mateo, una jornada que se dividió en dos escenarios (la Losa y el teatro Filarmónica) con un denominador común: la cantera.

La fiesta se inició a las 16.30 horas en la Losa. Allí se organizó un campo improvisado donde infantiles y alevines mostraron sus dotes con la pelota en duelos de cuatro contra cuatro. Además de los chavales del Oviedo, participaron en el campeonato los clubes de La Corredoria, el Estadio y el Vallobín.

El acto central empezó a las 20.00 horas en el teatro Filarmónica. Allí se celebró la "Gala Memoria Azul", en su 17.ª edición. Todos los equipos de las categorías inferiores estuvieron presentes y recibieron el reconocimiento de los asistentes que llenaron el teatro. Dos futbolistas de cada equipo fueron premiados con los trofeos "compañerismo" y "deportividad".

También hubo tiempo para los reconocimientos a la primera plantilla. Como es costumbre, se dieron tres galardones. El premio a la mejor promesa, denominado "Armando Barbón", fue a recalar en Edu Cortina, uno de los futbolistas más destacados del filial que hasta su lesión en el hombro se ejercitaba a las órdenes del primer equipo. "El premio me motiva a seguir mejorando", proclamó el canterano.

El premio "Tensi-Pedro Alberto", al "orgullo, valor y garra", fue para Héctor Verdés. "Mi sueño era ser futbolista y cuando estás aquí, en el Oviedo, puedes decir que lo has logrado", señaló. Por último, el galardón más codiciado, el que premia al mejor la pasada temporada con el nombre de trofeo "Dubovsky" fue para Toché, con su guiño a la cantera, el agradecimiento a los compañeros y la dedicatoria a su mujer y su hija.