A comienzos de esta temporada escribía un post que se titulaba “Paciencia Azul”, pues el título de esta semana es justo lo contrario.

Partido, el lunes pasado. Es impresionante cómo se te hace larguísimo el fin de semana si nuestro Real Oviedo no juega sábado o domingo. Es digno de estudio cómo el lunes al salir del trabajo y enfilar el camino a casa no sientes que es lunes, solo sientes que va a jugar el Real Oviedo.

Mi mujer me preguntaba antes del partido si estaba nervioso. Pero esa pregunta ocultaba algo más, seguramente estaba pensando cómo puede estar nervioso un lunes. Una pena que fuera a las 21:00: Socio y Tesorero ya en cama. Haceros a la idea que aquí en Amsterdam las 21:00 son como las 23:00 en Vetusta.

Y aquí entra la paciencia, después del empate (y gracias) del pasado lunes han vuelto las críticas a jugadores y entrenador en la jornada 7. Muchas veces, y más el futbol, debes mira hacia atrás y comparar. Justo el año pasado a estas alturas equipos que estaban en PO descendieron y equipos que estaban en descenso ascendieron.

Siempre os he dicho que me decanto por sensaciones y estadísticas, pues bien antes del partido leí que el Real Oviedo nunca había ganado un partido jugado entre semana (viernes o lunes). Esa estadística me dio un dolor de barriga y la

sensación no fue buena. Los mismos jugadores que ahora son criticados fueron héroes a 28 km y ganaron al líder hace poco. El futbol son resultados y estoy seguro que los tendremos pero, señores, apunten que la Segunda División puede ser una de las ligas europeas más igualadas y sigo bastantes.

Paciencia, trabajo, recuperación de lesionados y pillar una buena dinámica. Es fácil decirlo pero muy difícil conseguirlo. Por último, apuntar a nivel club la gran labor de Real Oviedo Kids, desde pequeños sintiendo el oviedismo y disfrutando a la vez. Pequeños detalles que poco a poco nos van haciendo más gigantes.

Este fin de semana sí que jugamos de domingo, contra el Barcelona B. Siempre necesitamos la victoria pero este domingo desde mi punto vista mucho más. Un gran oviedista residente en Barcelona (Gelo) irá y gritará junto a su hijo Mateo: "¡HALA OVIEDO!".

Si ganamos, muy bien; y si perdemos o empatamos, paciencia azul

HALA OVIEDO

O V G