Uno de los jugadores más destacados del Oviedo en el partido que empataron el domingo en el Tartiere ante el Zaragoza fue Carlos Hernández. El central estuvo muy serio y estuvo atento cada vez que el equipo maño llegaba con peligro al área de Juan Carlos. A pesar de todo, el central andaluz se marchó con el mal sabor de boca por haber desperdiciado una renta de dos goles y por haber vuelto a caer en algunos de los errores que venían cometiendo con anterioridad.

Entre esos fallos, el jienense destacó las acciones a balón parado. "Tenemos que mejorar a balón parado", reconocía tras ejercitarse en El Requexón. "Deja mal sabor de boca empatar tras ponerte con dos goles arriba, pero lo bueno es que en todos los partidos que hemos jugado en lo que va de temporada nunca hemos perdido claramente o tirado la toalla", añadía el zaguero.

El central apostó por ser un equipo "fuerte" en el aspecto anímico y se mostró convencido de que el problema de que les remonten algunos partidos quedará pronto en el olvido y será "pasajero". "Esta semana ha dado más rabia que nunca, porque llevamos cuatro goles recibidos en los dos últimos partidos y sabemos que los equipos que aspiran a estar arriba reciben pocos goles", añadía.

En cuanto al próximo rival, el Barcelona B, el jienense destacó que es un equipo que "juega bien al fútbol" y que, a pesar de ser un filial, cuenta con jugadores que "conocen la categoría". El futbolista descarta que la actualidad política catalana suponga problema alguno para ellos y espera un partido "difícil" para la defensa oviedista. "Lo que tenemos que hacer es acumular más rachas buenas que malas", concluyó.