A Anquela hay que agradecerle su sinceridad tras cada partido. Alejado del canon establecido actualmente en los banquillos, el entrenador-comercial que trata de vender su producto, el jienense es conciso en sus valoraciones. Por eso, cuando se le pidió un juicio sobre el choque ante el Córdoba, el entrenador optó por la vena más pragmática. "Lo más importante era el resultado", comentó como primera aproximación a lo que acababa de ver en el césped, instando a que los juicios más completos llegarían más adelante, cuando desglosara por vídeo los aciertos y errores sobre el campo. Le llevará tiempo al jienense. La actuación ante el Córdoba fue pobre en líneas generales pero sirvió para el fin último, lo que persigue cualquier entrenador, la victoria. Llegó además en la semana más complicada de Anquela desde que asumió el mando de la nave carbayona.
Las victorias siempre permiten afrontar los retos con una sonrisa en el rostro. Ayer volvió a El Requexón el Anquela en estado puro. El que bracea, aprieta a los futbolistas y se expresa con vehemencia. El que usa el lenguaje universal de los gestos para comunicarse con Yeboah, angloparlante. Muy diferente al primer entrenamiento de la semana pasada, la experiencia post-Granada, cuando el técnico, menos expresivo que de costumbre, le daba vueltas a la cabeza para hallar una solución. Los tres puntos tienen efectos terapéuticos. En el vestuario la lectura es similar a la ofrecida por Anquela el domingo. Lo más importante, la clave sobre la que apoyarse, es el resultado. Aunque la imagen no fuera la mejor de la temporada.
Con el equipo asentado en la zona tibia de la tabla, sumados 14 puntos, es más sencillo crecer. El juego ante el Córdoba fue lento y algo previsible. Al equipo le faltó chispa. El entrenador explicó después que había notado a sus futbolistas atenazados. Pero la jornada también deja algunas lecturas positivas.
La portería a cero es la más celebrada entre todas ellas. Para Anquela, esa idea va camino de convertirse en una obsesión. En cada intervención pública insiste en que es clave no recibir goles. Ayer, fue Johannesson el que resaltó la meta alcanzada. "Anquela siempre dice que hay que partir de la base defensiva. Por eso es tan importante dejar la puerta a cero", explica el asturiano.
Ante el Córdoba fue la tercera ocasión en que se logró ese objetivo. Antes, el Cádiz y el Reus se habían ido del Tartiere sin lograr batir a Juan Carlos. El Oviedo no es de los equipos que más destaquen en esta faceta. Hasta ahora, solo seis equipos presentaban peores números en este apartado: Zaragoza, Barça B y Valladolid solo han logrado dejar su meta inmaculada en dos encuentros y Nàstic, Cultural y Albacete (estos dos a falta contabilizar el choque de anoche), en una ocasión. La idea es que este rendimiento defensivo sea el pilar sobre el que asentar la reacción azul.
