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Un mito en el Tartiere

El marcaje de Luis Manuel condicionó el único partido de Maradona en Oviedo, hace 25 años

Quizás Maradona ya era menos Maradona. Quedaba algún acto reflejo del mito que en el 86 había encumbrado a Argentina en el Campeonato del Mundo. Sobrevivía solo el poso del genio que había maravillado con el humilde Nápoles. Pero seguía siendo Maradona, con sus 32 años y muchos kilómetros en su poco estilizada figura. Por eso Jabo Irureta tuvo que mover algunas piezas en su libreta para que el Oviedo pudiera competir con aquel Sevilla. Ayer se cumplieron 25 años de un partido (acabó 1-1) que se recuerda por una sombra azul que impidió lucirse a la estrella.

"Fueron a ver a Maradona y apareció Luis Manuel". La crónica del choque en LA NUEVA ESPAÑA presentaba al héroe de la tarde. Vestía de azul y se encargó de que Maradona no estuviera cómodo en ningún momento. "Estaba en la recta final de su carrera pero era un jugador excepcional, único. Por eso tuvimos que variar nuestra forma de jugar". A Irureta no le cuesta reconocer que ese día ordenó un marcaje al hombre. "Confié en Luis Manuel porque se anticipaba bien, era buen marcador y además joven", relata el vasco en conversación telefónica.

El Oviedo formó aquella tarde con Viti; Cristóbal, Jerkan, Gorriarán, Luis Manuel, Rivas; Berto, Gracan, Pirri, Paco; Jankovic. Colaboraron desde el banquillo Carlos y Armando. En el Sevilla no solo brillaba Maradona. Le acompañaban futbolistas de la talla de Simeone y Suker. Bilardo dirigía desde la banda.

Los primeros compases sirvieron para que situar la pareja de baile. Niko Jerkan fue uno de los que lo vivió de cerca. "Es verdad que no era el futbolista que había marcado una época, pero conservaba la calidad. Quizás ya no tenía continuidad, pero como te despistaras, Maradona te hacía daño", explica el croata, que alaba el papel de su compañero: "Luis Manuel era un futbolista muy inteligente, y así fue el marcaje. No necesitaba ser duro".

A los 10 minutos golpeó el Sevilla. Maradona sacó en corto una falta y Bango, ex del Oviedo, chutó con fuerza abajo. Viti no pudo detener el balón. Reaccionó raudo el Oviedo. Pirri hizo un par de recortes en el área pero se encontró con Unzué. Paco estuvo atento para empujar el rechace a la red.

El empate templó los ánimos de los contendientes. Maradona solo inquietó a Viti con una falta lejana que meta despejó con problemas. El Sevilla intentaba buscar a su referencia, pero Luis Manuel se imponía en cada disputa. Irureta reconoce ahora que la talla del argentino "nos condicionó, así fue. Fue algo similar a lo que pasó hace poco con Messi en Girona, que le hicieron un marcaje al hombre". "No era una práctica habitual", interviene Jerkan, que se acuerda de otra excepción: "Gorriarán también cubrió en una ocasión a Futre. Pero entonces le siguió hasta el córner".

Simeone tuvo el segundo con un derechazo que escupió el travesaño. En la segunda mitad, Irureta introdujo a Carlos en el ataque y el Oviedo se agitó. El delantero gozó de la mejor opción con un cabezazo que se fue al poste. Nadie deshizo el empate. "Recuerdo que no fue un empate que me disgustara. Aquel Sevilla de Bilardo y Maradona era un buen equipo", indica Irureta.

Maradona se quedó sin brillar pero aceptó con deportividad la situación. "Le regalé la camiseta a Luis Manuel por el magnífico y noble marcaje que me hizo durante todo el partido. Ojalá todos los defensas fueran así, sin malas intenciones", explicó al final del choque. "Un marcaje no tiene por qué ser a base de patadas. No es necesario hacer continuamente faltas. Irureta me pidió que no recibiera en condiciones y creo que cumplí mi función", comentaba Luis Manuel entonces.

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