La jugada reunió talento y astucia. Lo segundo viene por cómo se fraguó la jugada. Ñíguez se acercó a la esquina para lanzar el córner y, viendo que el Lugo aún no estaba situado, tocó rápido para Berjón, a un par de metros de la esquina. El saque cogió al Lugo por sorpresa, mirando al banquillo para efectuar el cambio del magullado Campillo. El elemento sorpresa estaba ganado y entró la parte técnica de la jugada. Berjón vio a Linares en el primer palo y le puso un centro teledirigido, a medida. El aragonés giró el cuello y golpeó con eficacia a la red. Linares necesitaba ese gol. El Oviedo necesitaba ese gol.

El testarazo sirvió para cerrar una reacción brillante de los azules tras el descanso. El paso por los vestuarios había borrado de un plumazo el Oviedo temeroso y cohibido que se había dejado someter por el Lugo. "Tuvimos miedo", reconoció después Anquela ante los micros. Pero no se percibió ningún temor en la segunda mitad. Y en solo cuatro minutos, los azules habían logrado darle la vuelta al partido. Ese segundo tanto, además, sirvió para acabar con una mala racha, la de Miguel Linares con el gol.

El aragonés es un futbolista de área, delantero de instinto. Los goles han servido durante toda su carrera para ganarse un puesto en el fútbol profesional. Linares se quedará en la historia del Oviedo como el delantero de los 32 goles en el año de ascenso. Por eso extrañaba tanto la mala racha que atravesaba en la actualidad, esa maldición que le había impedido estrenarse hasta ahora. Su último tanto con la camiseta azul en competición oficial fue el pasado 28 de mayo en la derrota por 4-2 ante el Córdoba, jornada 40.ª de la competición, que dejaba al Oviedo prácticamente sin opciones de entrar en puestos de play-off. En aquella ocasión, el aragonés anotó de penalti. Para encontrar un tanto en jugada de Linares antes del logrado ayer hay que remontarse al 4 de marzo, en la victoria carbayona por 2-1 ante el Cádiz.

Con acierto o sin él, Linares siempre ha sido un ejemplo de trabajo y esfuerzo. Por eso, su nombre fue repetido en varias ocasiones en el análisis del choque por los protagonistas del partido. "Linares ha tenido mala suerte hasta ahora, ha tenido ocasiones pero le ha faltado fortuna. Hoy -por ayer- ha dado un paso adelante cuando le necesitábamos. El fútbol premia a los profesionales. Puede tener acierto o no pero la actitud siempre la tiene", indicó Anquela. "Estoy muy contento por Linares, porque lo merece. Necesitamos a todos los jugadores.", intervino Ñíguez.

El acierto de Linares sirve además para evitar el debate sobre la delantera al menos durante esta semana. Con Toché fuera de los terrenos de juego durante las próximas semanas, Anquela debe confiar la voracidad ofensiva al tridente de ataque, formado ayer por Ñíguez, Berjón y Linares. Los tres fueron los autores de los tantos carbayones. El Oviedo les necesita si quiere escalar puestos cuanto antes en la clasificación.