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Qué fue de ellos

Font se llevó Oviedo a Villarreal

"Mi hijo es ovetense, nació allí y estoy orgulloso de ello, por eso le puse Mateo", dice el exfutbolista, ahora segundo entrenador del juvenil del club castellonense

Font, a la izquierda, celebra el ascenso a Segunda del Oviedo en el balcón del Ayuntamiento con Linares, Cervero, Bautista, Redondo y Borja Valle. MIKI LÓPEZ

"Se me pone la carne de gallina", responde Héctor Font cuando se le pregunta por sus dos temporadas en el Oviedo. El del centrocampista castellonense es un caso excepcional. La afición azul rememora con cariño a este jugador menudo y talentoso y él tiene idealizada su etapa asturiana. Algo que no es tan normal en alguien que sumó tantos partidos en Primera, que disputó la Liga de Campeones con el Villarreal y que llegó a Oviedo con 30 años para jugar por primera vez en su carrera en Segunda B. Para cualquier otro con su trayectoria verse en campos como los del Guijuelo, el Astorga o el Tropezón después de haberse enfrentado al Manchester United en Old Trafford podría suponer un mal trago. No para él.

"La oferta me llamó la atención porque, aunque el Oviedo estaba en Segunda B, tenía una gran masa social. Visto ahora pienso que ellos acertaron fichándome y que yo también acerté aceptando. Todo salió bien y mi único año en Segunda B me quedó marcado por cómo sucedió todo, por subir en el Carranza; para mí ese día supera a jugar la Liga de Campeones".

Las palabras de Font podrían confundirse con los tópicos en los que algunas veces incurren los futbolistas, pero el ahora segundo entrenador del juvenil de División de Honor del Villarreal los puede respaldar con hechos: "En el Oviedo me sentí importante, mi hijo nació allí, es ovetense, asturiano, estoy orgulloso de ello y por eso le puse Mateo; para recordar siempre donde nació, para dejar constancia", dice con convicción este exfutbolista.

La segunda temporada de Font en el Oviedo, la del regreso a Segunda División, estuvo muy condicionada por las lesiones que padeció. Al centrocampista le lastró una tendinitis rotuliana que finalmente le obligó a dejar el fútbol. Una vez colgadas las botas empezó una nueva etapa como entrenador que también le tiene muy ilusionado: "Estoy con Javi Prats en el juvenil y estoy sacándome el tercer nivel de entrenador, el Nacional, aprendiendo y trabajando en la ciudad deportiva del Villarreal. Salí de esta cantera, que creo es un modelo a seguir, mucha parte del presupuesto se invierte en las categorías inferiores para sacar jugadores y eso da resultados".

Volviendo a su etapa azul, es cierto que las cosas no pudieron empezar mejor para Héctor Font en el Oviedo y que desde el principio todo fue rodado. El primer partido de Liga era el más desagradable, el que les enfrentaba al Sporting B en el Tartiere. Un choque en el que había poco que ganar y mucho que perder. El equipo lo sacó adelante con solvencia (3-1) y Font dejó un detalle que ya le convirtió en el favorito de muchos para esa temporada: "El balón me viene del cielo, lo controlo, me voy de dos y le filtro un pase a Linares, se la pica al portero y marca", narra el propio futbolista en conversación telefónica desde Villarreal.

Las cosas empezaron bien y acabaron de la mejor manera. "El fútbol es hacer a la gente feliz y ese día en Cádiz lo conseguimos. Esos momentos se te quedan grabados, no lo cambio por nada de lo que he vivido en el fútbol", asegura Font. Y es que el castellonense está convencido de que ningún guionista podría igualar una historia tan redonda: "Si lo intentas imaginar perfecto no consigues que te salga tan perfecto, ganando 0-1 en el Carranza... Fue impresionante". Luego vinieron el balcón del Ayuntamiento y una explosión de júbilo inenarrable: "Fue el momento más bonito de mi vida", resume.

La explicación de que las cosas salieran tan bien está para Font en un vestuario que, a pesar de estar compuesto por jugadores de un nivel muy alto, se mantuvo unido y fue "humilde". También él es consciente de que la gente le tenía un aprecio especial: "La gente conmigo se portó muy bien desde el primer día hasta el último, creo que se dieron cuenta de que entré con humildad, a trabajar y percibieron que desde el primer día fui a tope y al final salió bien la temporada".

Teniendo un recuerdo tan profundo de su etapa en Oviedo y un hijo llamado Mateo, es curioso que Héctor Font no haya vuelto por Oviedo desde que se fue del equipo tras la temporada 2015-16. Espera poder arreglarlo este verano. "No he vuelto aún, pero este verano quiero pasar por Oviedo y recordar viejos tiempos. Ojalá que pueda ver el partido del ascenso del equipo a Primera". Si eso sucede lo podrá celebrar con le ovetense Mateo.

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