Hay momentos que marcan a un futbolista, partidos que dejan huella por su importancia y por lo que conllevan y que se quedan a flor de piel. El día que se logra un ascenso suele ser uno de ellos. Una experiencia difícil de olvidar para un jugador. El Oviedo se enfrenta mañana (16 horas) al Nástic de Tarragona en el Nou Estadi y lo hace con dos jugadores, Rocha y Mossa, que sentirán algo especial cuando pisen la hierba del estadio catalán. Los dos participaron en el ascenso del Nàstic a Segunda en la temporada 2014-15 tras derrotar en el play-off al Huesca, jugando el partido de vuelta en el campo catalán.

Ese ascenso tuvo lugar el 31 de mayo de 2015 y el mismo día, muy lejos de allí, en Cádiz, el Oviedo también subió a Segunda. Tampoco a los jugadores del equipo azul que estuvieron en el Carranza se les olvidará jamás ese encuentro.

Rocha cumple su segunda temporada en el Oviedo y por lo tanto ya estuvo en el Nou Estadi como visitante la pasada temporada, mientras que para Mossa será la primera vez que juegue allí como visitante tras fichar este verano por el Oviedo. Que aquél fue un día muy especial para los dos jugadores queda bastante claro si se mira al brazo de Mossa, en el que tiene tatuados el 31, el 5 y el 15, la fecha del encuentro, o la pierna a su amigo Rocha, en la que al mismo tatuaje de Mossa le añadió dos dados, uno con el 3 y el otro con el 1, para acordarse también del resultado.

Ese 31 de mayo toda Tarragona salió a la calle a festejar el ascenso, igual que Oviedo se tiñó de azul para celebrar que se cerraba la etapa más oscura del club. En el éxito de los catalanes Rocha tuvo un protagonismo especial porque fue el autor del segundo gol ante el Huesca (el resultado final fue 3-1 y en el partido de ida empataron a 0), el de la tranquilidad. Llegó en el minuto 58 y dejó la eliminatoria prácticamente sentenciada. Los dos jugadores disputaron el partido al completo y fueron grandes protagonistas de una temporada redonda.

Oviedo y Nàstic celebraron juntos ese ascenso en el duelo por el título de Segunda B. Dos encuentros en los que los contendientes habían cumplido ya con el objetivo. Aún así, el Oviedo fue capaz de poner la guinda a la campaña, siendo el mejor de los 80 equipos que salieron a competir esa temporada en Segunda B. Los de Sergio Egea perdieron 2-1 en Tarragona y remontaron con un contundente 3-0 en el Tartiere, que fue la culminación perfecta para una gran fiesta.

Mossa y Rocha continuaron en el Nàstic la siguiente temporada, ya con el equipo en Segunda, pero sus trayectorias fueron bien diferentes después. Rocha dejó el equipo en invierno para irse a jugar a Estados Unidos, a la Mayor League Soccer (MLS). Su siguiente equipo en España fue ya el Oviedo, al que llegó la pasada temporada y en el que fue un jugador importante para Hierro, aunque no un titular indiscutible. Mossa, por su parte, siguió dos temporadas más en Tarragona, convirtiéndose en un futbolista clave en el cuadro catalán y en uno de los laterales izquierdos más cotizados de la categoría. En la última de esas temporadas, la pasada, en la que el cuadro catalán sufrió para mantener la categoría, Mossa ya notó que necesitaba un nuevo reto y forzó su salida con destino al Oviedo.

El defensa, salvo sorpresa, será titular mañana en Tarragona y sabrá cómo se tomó la afición del Nàstic su salida. En una entrevista en el Diari de Tarragona, Mossa dijo tener "la conciencia tranquila". "Lo di todo por el Nástic", añadía. En Oviedo Rocha y Mossa han retomado una amistad que forjaron en Tarragona. Mañana tendrán la oportunidad de revivir un día que, según explica Rocha en esa misma entrevista, recuerda "como si hubiese sido hace un día".