La penúltima sesión de trabajo de la semana tuvo una buena noticia para Anquela: el regreso de Cristian Fernández y Mossa a los entrenamientos. El técnico del Oviedo aún se muestra cauto, y quiere esperar a ver la evolución de ambos en la sesión de hoy, pero también lanza un mensaje optimista sobre su participación en el partido de mañana ante el Numancia: "Nos queda un entrenamiento. Estamos con preocupación, pero creo que están bien y espero que puedan llegar para jugar".

El entrenamiento de hoy, previo a la citación del técnico azul, servirá para que pueda despejar estas dos incógnitas. Anquela ensayó el pasado miércoles con una defensa de cinco en el partidillo ante el Vetusta en El Requexón. "Mi dibujo ideal, y el que he usado en otros equipos, es siempre que se pueda con dos delanteros, un 4-2-3-1 o un 4-4-2", indicó Anquela, que reconoce que baraja volver a optar por una defensa de cinco efectivos. "Hemos probado con tres centrales y dos carrileros, pero esa es una de varias posibilidades que tenemos. Lo importante es que el equipo esté compensando, que seamos capaces de revertir la situación y volver a sumar tres puntos", dijo.

Anquela resaltó que los dibujos no le preocupan tanto como la "aptitud" del equipo, y que se "demuestre" en el campo. "Al final lo que siempre busco es jugar los noventa minutos muy intensos y pelear. Si no se hace eso es cuando aparecen los problemas", destacó.

La semana también ha servido para ver en escena a Hidi, entrenándose al ritmo de sus compañeros, y con la expectativa de que pueda volver a ser de nuevo de la partida pronto, ya que el futbolista húngaro apenas jugó este curso en la segunda y tercera jornada de Liga. "A Hidi le falta jugar, pero le veo bien. Tiene que ir poco a poco. Ante el filial le vi una actitud maravillosa, que es lo primero que se le pide a un jugador. Su vuelta nos podrá dar poderío y presencia en el centro del campo", explicó Anquela.

El Oviedo viene de perder en su visita al Valladolid, en un partido en el que truncaron la tendencia positiva que llevaban, tras conseguir ganar al Lugo en casa y al Nàstic en Tarragona. Un partido, el de Zorrilla, que se puso cuesta arriba muy pronto. "En Valladolid a los dos minutos íbamos perdiendo, el equipo no estuvo mal, el rival no tiró a puerta, pero ya estábamos muy pronto a remolque. El balón parado lo trabajamos todas las semanas", comentó el preparador azul, que ya tiene ganas de volver a jugar en casa. "Jugar en el Tartiere siempre es una motivación extra, la gente apoya, los futbolistas se encuentran cómodos, y espero que sea un partido igual de bueno que los últimos que hemos jugado en casa", abundó.

Enfrente estará mañana el Numancia, que marcha en la zona alta de la clasificación y que ya se impuso al Oviedo en Copa del Rey este año. "Está arriba por méritos propios, es un equipo que sabe lo que quiere y a lo que juega", indicó Anquela.