Partido complicado en el Tartiere ante uno de los equipos que encabezaban la categoría. Duro examen para los azules que además salían de inicio por primera vez en la temporada con una defensa de cinco centrales y con una alineación marcada por el cambio en la portería en la que Juan Antonio Anquela optó por dar una oportunidad a Alfonso Herrero en lugar del cuestionado Juan Carlos.

El examen fue aprobado con nota. Desde el primer minuto los azules fueron muy superiores. Las piezas del engranaje parecieron ajustarse, por fin, y las llegadas por las bandas eran constantes tanto con incorporaciones de los laterales como por las intervenciones de Ñíguez y Berjón.

La superioridad local quedó plasmada ya en el minuto 15 cuando en saque de esquina, Carlos Hernández remató con la cabeza para superar a Aitor Fernández. No aflojó el equipo ovetense que manejaba el partido sin problemas.

Pero a la media hora el futuro pareció ennegrecerse para los de Anquela con factores ya conocidos por los asturianos.

Primero cayó lesionado Aarón Ñíguez y poco después, en un saque de esquina y en el primer acercamiento de los numantinos empataban el partido. Higinio se adelantaba a la defensa y al despeje de puños Herrero para igualar el choque.

Los fantasmas parecían cernirse sobre el Tartiere pero el Real Oviedo hoy no dio opción a las dudas. Su salida tras el paso por vestuarios dejó claras sus intenciones. Yeboah con numerosas acciones de calidad sustituyó bien a Aarón. El Oviedo combinaba bien y jugaba con intención.

La suerte favoreció a los locales en el segunda tanto. Tras una gran jugada con remate final de Johannesson al larguero, Ripa intentó ceder de cabeza a su portero. El guardameta sorprendido no pudo evitar que el segundo gol subiera al marcador en esta rocambolesca cesión de su compañero.

Solo tardó diez minutos más el Oviedo en ampliar el marcador. Centro perfecto de Berjón que Linares remató con potencia a la red para finiquitar el encuentro.

El Oviedo tocaba y combinaba con facilidad y parecía tener controlado el encuentro. Los asturianos perdieron ese control en los últimos cinco minutos donde Guillermo remató al larguero y obligó a Alfonso a una gran parada.

Aguantó como pudo ese arreón final para asegurar una victoria muy necesaria tanto por los puntos como por cómo se produjo. Buen fútbol, seguridad defensiva y buenas ayudas y desdoblamientos aunque todo de nuevo oscurecido por dos lesiones musculares que hacen crecer la enfermería azul.

El Real Oviedo se coloca ya con 23 puntos y tendrá la oportunidad de aumentar su puntuación la próxima semana en tierras murcianas. Será ante el Lorca FC, el sábado a las 20:00h