El primer equipo del Oviedo estaba jugando un partido contra el filial en uno de los campos de El Requexón, pero la atención de los asistentes estaba centrada en el otro extremo de las instalaciones, en el campo que está más pegado al gimnasio.

Y es que allí estaba entrenándose Diego Fabbrini. El italiano llegó el martes a Asturias y un día después ya estaba realizando ejercicios con balón. El internacional ha superado todos los plazos establecidos para recuperarse de una lesión tan grave como la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. El plazo habitual para regresar en este tipo de dolencias suele estar entre seis y siete meses.

Fabbrini aún no está a disposición de Anquela, pero que ya esté corriendo, saltando y driblando en un campo de fútbol a estas alturas era algo impensable cuando se determinó el alcance de la lesión. Ayer lo hizo bajo la atenta mirada del readpatador del equipo azul, Nacho Gonzalo. Al principio estuvo corriendo junto al canterano Edu Cortina, otro que se está recuperando de una lesión, y más tarde empezó a hacer ejercicios con balón, en los que durante un rato estuvo acompañado por Verdés. El central cambió de campo tras jugar la primera mitad del encuentro ante el filial.

El jugador cedido al Oviedo por el Birmingham ha desafiado todos los plazos tras lesionarse en un entrenamiento el 31 de julio. Primer fue visto por los médicos del club inglés y después fue operado el 25 de agosto en Roma. Lo normal hubieran sido al menos seis meses desde ese momento. Pero el futbolista ha ido dejando a través de las redes sociales varias pruebas de su rápido avance. Que pocas semanas después de ser operado estuviera ya corriendo en una cinta eléctrica parecía una temeridad, pero es que poco después ya colgó un vídeo realizando unos ejercicios similares a los que ayer se le vio haciendo en El Requexón. Ahora falta que el cuerpo médico del Oviedo determine cuándo podrá empezar a ejercitarse junto a sus compañeros y cuál es el riesgo de recaer.

Sus compañeros le esperan para que les eche una mano y les ayude en una Liga tan larga como es la Segunda División, sobre todo un Anquela al que la lesión del italiano obligó a cambiar muchos de los planes que tenía previstos para esta temporada. El que también quiso dar la bienvenida a Fabrrini fue Saúl Berjón, que, tras el entrenamiento, dijo que le reciben "con los brazos abiertos".