Es difícil de explicar y hacer entrar en razón a la hora de explicar cómo se vive esta pasión que siento por el Real Oviedo cuando uno está a más de 11.000 kilómetros de distancia. Y más aún teniendo en cuenta que mis orígenes no son precisamente coincidentes ni en zona geografía, ni en lazo al linaje y casta oviedista. Por eso es importante para que lleguen a comprender como lo vive este oviedista, con tanta implicación y emotividad desde el otro lado del charco, remontarse en esta historia al origen de esta pasión para llegar así a comprender cómo y porqué se vive de esta forma.
Siempre sostuve que de un club se nace, que de un club no se hace, hasta que conocí al Real Oviedo. Mi pasión por el fútbol, el surgir de mis primeros ídolos, el desembarco del la liga española en la televisión de Argentina o la llegada del "Pc Fútbol", todos esos motivos poco a poco me fue acercando en mi camino al Real Oviedo.
Con el éxodo azul de Gamboa, Pompei, Juanjo Borrelli, el Tati Buljubasich fui dando mis primeros pasos con el Real Oviedo. Y fui cimentando con el tiempo ese enamoramiento con el encanto particular y único que genera este equipo cuando uno tiene la suerte de conocerlo.
Lo que sigue es historia común, el que llega a conocer al Real Oviedo, al club, a su afición, su grandeza, su historia, el que tiene el privilegio de llegar a sentir sus valores, su mística, lo que representa y transmite, con la pasión, el Orgullo, Valor y Garra de cada uno de sus aficionados. O el sentido de pertenencia, todo lo que rodea a este inmensa familia, es capaz de comprender el porqué uno se enamora de este club.
Justamente desde ese amor es que surgió la necesidad de dar un paso más grande junto al Real Oviedo. Fue entonces cuando junto a un grupo de amigos creamos la Peña Oviedista Argentina (Primer Peña internacional del Real Oviedo), y comenzamos a acercarnos cada vez mas con los aficionados oviedistas sembrando todo nuestro amor por el club.
Expresamos nuestro pasión por todos los medios posibles y llegaron las noches de insomnio con los primeros proyectos, como los 88 murales para el aniversario con más de un centenar de fotomontajes realizados. Además de material gráfico y audiovisual o el diseño de nuestra propias camisetas, también lanzamos nuestra página web con una gran participación de toda la familia oviedista. Y seguimos trabajando a la par en nuevos proyectos que pronto lanzaremos, llenado así cada ratito libre que encuentro en mi vida para poder desarrollar y disfrutar de la pasión azul.
Con cada proyecto y cada sueño voy supliendo esa necesidad de estar cerca del club. Cada palabra de aliento y cada reconociendo llega como una caricia que me hacen sentir como si estuviese en Oviedo. Y hace convertir la ansiedad de cada jornada en un grito más fuerte de aliento para el partido. Cuando juega el Oviedo el pecho se infla de orgullo y hace que la fuerza de esta pasión se matenga mucho más fuerte que nunca.
Es así como vivo esta pasión, día a día involucrado al máximo con una gran intensidad, a flor de piel y sintiendo con el corazón. Cada logro se disfruta en cada charla con un amigo. Y el sentimiento del Oviedo está siempre acompañado, en las buenas, no tan buenas y en las malas ocasiones. Y estando comprometido, siempre alentando y dando fuerza a la distancia para dar lo mejor por y para el Real Oviedo, siempre con el sueño latente de cumplir el objetivo de todo los oviedistas y volver a disfrutar de un Real Oviedo en la categoría que merece estar, que es la Primera División.
Cada persona que llega a nuestra sede se queda observando las bufandas, camisetas, las fotos del Real Oviedo, en esa inevitable y muy placentera charla que comienza entonces, donde orgulloso puedo contarles toda la historia del club.
Y entre los vecinos del barrio todos los lunes hay la misma pregunta: "¿Cómo quedó el Oviedo?". Por eso vivimos la semana esperando que llegue el partido para juntarnos a verlo con los muchachos de la peña y con la gran cantidad de aficionados del Oviedo que viven desparramados por todo la Argentina. Vivimos la pasión por el Oviedo en cada recuerdo imborrable, en cada grito de gol, en cada abrazo, en esos momentos que han quedado marcado a fuego en mi alma, en el sueño de que otra vez, algún día, volveré a estar pisando el Carlos Tartiere y celebrando junto a tanta gente querida que tengo en Oviedo y con una pasión que roza el límite de la cordura, con la certeza y convicción de decir que si de un club se nace y que de un club no se hace, entonces yo puedo decir que nací del Real Oviedo.
