El Oviedo está en su mejor momento de la temporada y la obsesión de Anquela ahora es que sus jugadores no se dejen llevar y piensen que han conseguido algo a mitad de campaña. El técnico andaluz quiere mantener el nivel de exigencia alto en cada entrenamiento y una buena muestra de ello fue la sesión que tuvo lugar ayer en El Requexón.

Una sesión larga, con varios ejercicios con balón, en los que se entrenó entre cosas la presión en la salida del balón rival, y que concluyó con un partidillo en un campo de dimensiones reducidas. Ahí se vio al Anquela más incisivo, a un entrenador que espoleaba a los suyos recordándoles que Osasuna, el rival al que se miden los azules el domingo (18 horas), es un hueso duro de roer: "Nos enfrentamos a un equipo difícilísimo, dificilísimo", insistía.

Atento a cada detalle, el entrenador celebraba cada buena acción de sus jugadores y se lamentaba por cada error: "Bien Juan Carlos, vive el partido", le decía al portero mallorquín cuando se adelantó a un compañero para cortar el balón. "Ya se ha quedado parado", se lamentaba por el contrario con una acción de Carlos Hernández.

Pero la expresión de Anquela en todo momento era la de un entrenador al que le está gustando lo que está viendo, alguien que ve que parte del camino está hecho y que este Oviedo está más cerca del equipo que él quiere ver. Uno de los claros ejemplos de esa evolución es Yeboah. El extremo ghanés aún necesita un traductor pero reconoce que ya va entendiendo algunas de las cosas básicas, sobre todo para comunicarse con su entrenador: "El idioma ha sido lo que más me ha costado desde el principio porque no sé nada de español y hay muy pocos compañeros que hablen inglés en la plantilla; me resultaba difícil también de entender lo que me pedía el entrenador", añadía.

El ghanés tuvo la oportunidad tras el entrenamiento de ayer en El Requexón de dar a conocer algunos de los problemas que han hecho que le haya costado un poco más integrarse en el equipo y poder cumplir con las exigencias del entrenador: "Era muy diferente todo y nada más llegar entré en el equipo y tuve minutos. Cada uno tiene su estilo propio de juego, y cuando vienes a un equipo nuevo tienes que adaptarte. El fútbol en España es muy diferente al que viví en Inglaterra, Francia y Holanda".

Los minutos que ha tenido en las dos últimas jornadas, en las que ha sido titular, y las victorias que ha sumado el Oviedo le ayudan también a tener más confianza. Una prueba más de que ya sabe lo que quiere el técnico andaluz: "Tengo mucha capacidad para jugar en ataque, pero ahora ya sé lo que nos pide el entrenador para entrar en el equipo, y eso pasa por defender también. Ahora lo entiendo mejor. Ya sé algunas pocas palabras clave de los entrenamientos como 'presionar' o 'atacar' que al principio no conocía y me dificultaban mucho entender las cosas", reconocía un Yeboah que empieza a comprenderlo todo mucho mejor.