Los cuatro son asturianos, llevan una larga trayectoria en las categorías inferiores del Oviedo, están en edad juvenil y se entrenan con el Vetusta. De los cuatro se espera mucho en un futuro no demasiado lejano y los cuatro tienen auténtica pasión por el fútbol y por la camiseta que visten. Álex Menéndez, Iván Conceiçao y los hermanos Jorge y Javier Mier coinciden en que entrenar a las órdenes de Javi Rozada les ayuda a ganar en competitividad y en ritmo, sobre todo cuando les toca luego jugar en el equipo juvenil de División de Honor.
Jorge Mier es ya uno más de la plantilla del filial, pero sus tres compañeros compatibilizan las dos disciplinas. Y es que el sueño del juvenil de División de Honor, clasificarse para la Copa del Rey, es también una gran aspiración para todos ellos y una bonita manera de cerrar su etapa juvenil. Todos serán senior la próxima temporada y quieren dar el salto por la puerta grande, dejando huella primero en juveniles.
Iván Conceiçao cubre el papel de goleador. El de El Berrón, de 18 años, supera cada año las cifras goleadoras del anterior. El capitán del equipo azul de División de Honor es un delantero con buena planta pero que va más allá del clásico rematador. "Desde que empecé a jugar tuve la suerte de marcar muchos goles y cada año me intento superar. Tengo la fortuna también de que en el equipo de División de Honor hacemos un fútbol muy ofensivo y me llegan muchos balones. Tampoco soy un delantero referente, tipo Toché, intento ser completo. Puedo jugar de espaldas a la portería y hay veces que juego por detrás de un punta", explica.
El fútbol le quita mucha parte de su tiempo, pero tampoco descuida los estudios. Hace un módulo de Radioterapia. "El problema para compatibilizar las dos cosas muchas veces son los viajes", reconoce. Conceiçao lleva ocho temporadas en la cantera azul, desde que era alevín de segundo año, y ahora trata de hacerse un hueco en el segundo equipo y seguir subiendo escalones en el club: "Entreno con el Vetusta, con ellos hay más ritmo que con el juvenil y luego, cuando vas con el de División de Honor, físicamente lo notas muchísimo, llegas más fresco al final del partido", explica.
Si Iván Conceiçao es el referente goleador, Álex Menéndez es el encargado de ponerle las cosas difíciles al delantero rival. El central ovetense, de 18 años, reconoce que es "duro" entrenar con un equipo, que tiene una forma de hacer las cosas, y luego pasar a otro, que las hace de otra manera: "Se nota en la forma de jugar, durante la semana ensayas unas cosas con el equipo de Tercera y luego juegas de otra forma", explica. Como Conceiçao reconoce que la gran diferencia entre los dos equipos es "el ritmo". "En el juvenil ya no notas tanto cansancio cuando te acostumbras al equipo de Tercera", añade.
Álex lleva once años en la cantera azul, desde benjamines, y aunque está muy motivado con el reto del equipo juvenil reconoce que le gustaría debutar en Tercera: "Tengo posibilidades de jugar con el Vetusta y tengo bastantes ganas. Estuve convocado para la Copa Federación pero no jugué". En el equipo de División de Honor el reto está claro: "Estamos ahí, luchando por meternos en la Copa, pero tuvimos algunos fallos que no deberíamos haber tenido. Lo que nos queda es lucha al máximo", dice. De sus virtudes como central destaca su juego aéreo y su manejo del balón.
Jorge Mier es el único de los tres que ya ha dejado un poco de lado el equipo juvenil. La pasada temporada ya formó parte del filial y compitió en Tercera y en la actual es uno más de la plantilla entrenada por Javi Rozada. "La pasada campaña subí a hacer la pretemporada con el filial y ya me quedé. Juego y entreno con el Vetusta", explica. Dice estar "muy contento" porque con el equipo senior va un paso por delante: "Se aprende, se coge ritmo, al fin y al cabo va todo más rápido", dice. Jorge es un lateral derecho de los que gustan de subir la banda y con Rozada se ha ganado un puesto en el once: "Este mes jugué siempre de titular, me perdí algunos partidos porque me operaron de apendicitis".
Jorge y Javier Mier son gemelos, ovetenses, tienen 18 años y llegaron al Oviedo en el primer año de infantiles. Lo hicieron procedentes del Sporting: "Allí sabían que éramos del Oviedo", advierte Jorge. Su hermano Javier es, como Iván y Álex, de los que entrenan con el equipo de Tercera y juega con el de División de Honor. "Jugué la Copa Federación y el primer partido de Liga en Tercera y después empecé a jugar los partidos del equipo de División de Honor". Cuando habla del equipo de Tercera también destaca el "ritmo" como gran diferencia. Javier es un mediocentro que tiene como referencia a jugadores como Modric o Xavi Hernández. Del Oviedo le gusta Folch: "Es un jugadorazo, lo hace todo bien".
