Anquela empieza sus ruedas de prensa de una manera y las termina de otra completamente distinta. El entrenador del Oviedo comienza hablando bajo, dando respuestas muy cortas, y termina alzando un poco la voz y alargándose en las explicaciones. No da la sensación de que lo haga de una forma premeditada sino que va elevando el tono en función del interés que en él despiertan algunas preguntas.

En la comparecencia previa al encuentro que los azules disputan mañana (12 horas) en el campo del Sevilla Atlético tuvo su momento de ebullición cuando se le cuestionó si podría haber algún tipo de relajación en su equipo al enfrentarse al penúltimo clasificado después de encadenar tres victorias consecutivas. Tres veces en la misma respuesta insistió en la misma idea: "No somos superiores a nadie". "¿Qué motivos hay para estar confiados en un partido? Ninguno. Nosotros no somos superiores a nadie. Lo digo un día y otro día y otro día. No somos superiores a nadie, lo tengo clarísimo. Luego ya el partido será una historia o será otra. Pero nosotros no somos superiores a nadie. ¿Cómo vamos a ir confiados a Sevilla o a ningún sitio? Es imposible. Si hacemos eso lo tenemos crudo", sentenció.

También le interesó dejar claras algunas cosas en cuanto a los fichajes en el mercado de invierno. Lo primero es que no le gustan ninguna de las dos palabras: ni mercado ni invierno. "El mercado de invierno, mercado de enero, no sé como le llama la gente, a mi no me gusta. Ni la palabra mercado ni la palabra invierno. No me gusta nada. No soy partidario". Dicho esto, echó el freno y advirtió de que tampoco va a dejar escapar una buena oportunidad: "Si sale algo bueno se hará".

Eso sí, que sea mejor de lo que ya hay: "Lo que tengo claro es que o son mucho mejores de los que hay aquí o nos quedamos quietos. Si no son ganas de liarte. Es evidente que si traemos futbolistas de un nivel contrastado y el club puede afrontar ese gasto pues estará bien". Tampoco quiere Anquela una plantilla inabarcable: "Lo que yo no puedo es tener una plantilla de 30 futbolistas, ni de 26 ni de 28. Eso es una barbaridad. Yo quiero tener mi equipo, un equipo en el que se sienta toda la gente importante y si necesito algo lo tengo en el vestuario de al lado (el del filial). Que si tienen que salir a jugar hay gente que está preparada y capacitada para hacerlo".

También el tema de Fabbrini y de su recuperación le tiene algo perplejo al de Jaén. El italiano, que se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, vino un día a entrenarse a El Requexón, donde hizo varios ejercicios con balón, y después ya nada más se supo de él. El centrocampista, que se operó a principios de agosto, debería estar al menos otros tres meses más de baja, según los parámetros habituales en esta lesión, pero tampoco es normal que haya empezado tan pronto a entrar en contacto con el balón. "Fabbrini tuvo una rotura del ligamento cruzado, cuando te dicen cruzado te dicen que es igual a tanto tiempo. Si hay un médico que es capaz de hacerlo en la mitad que vaya abriendo una consulta bien grande porque le va a faltar tiempo para operar a gente", dijo con cierto escepticismo el entrenador, que añadió que "es un tema médico" y que conviene "tratarlo con suma delicadeza. Yo quiero tener a Fabbrini ya, pero en las mejores condiciones y con garantía plena", zanjó.

Para Anquela todo lo hecho antes del encuentro de mañana "ni cuenta". "Lo que cuenta es el partido del domingo (por mañana) y a ver si somos capaces de competir y de seguir en la línea en la que estamos últimamente". Porque al menos sí reconoce el andaluz que su equipo está en una buen momento y que lo más lógico es tocar poco lo que está saliendo bien: "Si ahora mismo estamos en una racha de buenos resultados pues lo lógico es intentar mover lo menos posible. Nada más. A ver si seguimos así".

Pero enseguida vuelve a la carga y empieza a advertir de lo que supone jugar en Segunda. Una categoría en la que conviene estar siempre "con las orejas tiesas". "Yo es que en Segunda División estoy siempre con las orejas tiesas porque no hay otra, aquí para ganar un partido se requieren muchas cosas. Como les digo a mis chavales, para ganar un partido hay que hacer muchas cosas bien y estar concentrados noventa y tantos minutos, y se pierde en un segundo que no estés concentrado o que no hagas las cosas bien".

La racha de tres victorias seguidas y de cinco triunfos en las seis últimas jornadas la justifica en que ahora están cometiendo menos errores: "Antes no jugábamos mal, lo hacíamos relativamente bien pero cometíamos errores y ahora mismo estamos teniendo más fortuna". Pero Anquela también quiso relativizar este buen momento: "Los equipos en Segunda División cogen ciclos, que ahora te toca ganar y ganas y luego te toca un ciclo malo y tienes que sufrir; pero es evidente que los resultados fortalecen el trabajo".