Para Folch, la sobresaliente racha de resultados (cuatro victorias consecutivas que aúpan esta semana al Oviedo a la zona de play-off por vez primera en la temporada) tiene una explicación sencilla. “Seguimos trabajando como el primer día, pero ahora acompañan los resultados. Es la recompensa al trabajo hecho”, señala antes de entrar más en materia: “Ahora el equipo está más unido, trabajamos todos a una. Ahora no hay duda de lo que pide el entrenador, todos trabajamos lo que nos dice Anquela”.

Los azules cierran el año el sábado en el Tartiere y el maltrecho césped vuelve a ser uno de los focos de preocupación. “No sabemos cómo está el terreno de juego, me dicen que puede que esté blando porque en esta época el difícil que esté bien. Ya se vio en el choque ante Osasuna, que había mucha agua. No ayuda a tener el balón, pero nosotros queremos ganar esté como esté el campo”.

Los azules se entrenaron esta mañana en El Requexón con las ausencias de los lesionados Fabbrini y Viti. Toché, por su parte, trabajó al margen del equipo para seguir su plan de recuperación.