Un torrente intenso de agua recibió a los futbolistas en su regreso al trabajo, en esta su primera sesión de 2018, un año que, cuanto menos, promete emociones fuertes. Salió el equipo a calentar ante una grada repleta de gente en El Requexón y los primeros pasos fueron acompañados de una sonora ovación. Es como si no hubiera habido paréntesis alguno. Al reconocimiento general que despidió el ejercicio de 2017 tras una victoria ante la Cultural le ha seguido otra en una versión más minoritaria, aunque igualmente significativa. A pesar de la hora, pasadas las siete de la tarde, y de la climatología, la lluvia no cesó durante toda la sesión, se acercaron a la ciudad deportiva del Oviedo unos 250 aficionados. Que el seguidor azul está ilusionado se nota en detalles como este. Entre el cuarto de millar de aficionados presente en las gradas destacaban los más jóvenes. La ausencia de colegio estos días hace que se espere amplia presencia de niños esta semana en El Requexón.

Porque ese concepto, la ilusión, es el que domina los primeros pasos de los azules en el nuevo año. Los números se encargan de lanzar el optimismo en una afición ávida de éxitos tras un par de temporadas que acabaron con batacazo final. Con el ascenso directo a un solo punto cuando queda un partido para acabar la primera vuelta, lo más complicado es mantener una visión objetiva. "La gente está ilusionada, es inevitable. Pero nosotros debemos mantener los pies en el suelo", advierte Miguel Linares, el veterano de la plantilla.

Linares atendió a los medios minutos antes de que el balón echara a rodar. En el grupo que saltó al terreno de juego se detectaron cuatro ausencias. No se entrenaron junto a sus compañeros los africanos Mariga, Yeboah y Owusu, ni el esloveno Pucko. Los cuatro tienen permiso del club y se irán integrando a los entrenamientos en los próximos días. En el capítulo de lesionados forman parte de la enfermería Fabbrini, Toché y Viti. Como viene siendo habitual a lo largo de la temporada, los futbolistas del Vetusta también trabajaron con los mayores. En este primer entrenamiento, Anquela contó con Asier, Edu Cortina y Prendes.

El entrenamiento consistió en una primera toma de contacto de apenas una hora de duración. El ritmo se acelera a partir de hoy, con una sesión doble en El Requexón con entrenamientos a las 10 y a las 16 horas. La primera plantilla no descansará ningún día esta semana. Anquela ha decidido aumentar la intensidad para recuperar cuanto antes las sensaciones tras una semana sin actividad.

El final del entrenamiento sirvió para que los jugadores cumplieran con los deseos de los pequeños. Las firmas e instantáneas con los protagonistas de la primera plantilla son un regalo anhelado para la semana de los Reyes Magos.