Cuando se pide una aproximación a su juego, en Huesca tienen una frase con tirón: "Es un proyecto de Kun Agüero". Su nombre es Juan Camilo Hernández, aunque todos le conocen como el Cucho. Y es, a sus 18 años, una de las sensaciones de Segunda. El colombiano también es la principal amenaza del líder Huesca para el Oviedo en el atractivo choque que el domingo ambos disputarán en El Alcoraz. Anquela engrasa su maquinaria defensiva, ese sistema con tres puntales (Carlos Hernández, Forlín y Christian Fernández), para secar a un delantero que ha llegado a Huesca por un enrevesado guión de agentes y licencias.

El Cucho Hernández no tardó en llamar la atención en Colombia, Todo en su carrera se ha producido de manera precoz. Empezó a perforar redes en el Deportivo Pereira: su primer triplete llegó con 16 años. Con 17 primaveras la familia Pozzo (propietaria del Watford, Udinese y, en su momento, del Granada) se hizo con su representación. Veían un diamante por pulir.

La idea era traerlo a Europa en cuanto alcanzara la mayoría de edad. El Granada era el destino preferido, pero los Pozzo rompieron con la entidad nazarí. El Watford apareció como refugio, pero el Cucho no cumplía las exigentes condiciones que la Premier impone a los extranjeros para concederles el permiso de trabajo. Emilio Vega, director deportivo del Huesca, estuvo atento. Le había seguido en Colombia y sus contactos con los Pozzo dieron sus frutos: el club oscense logró la cesión hasta el 30 de junio.

Rubi se encontraba con un delantero con potencial, aunque con las lógicas dudas sobre su rendimiento inmediato. La Segunda División suele ser cruel con los jugadores tiernos. El Cucho demostró desde el primer momento que su idilio con el gol no entiende de edades.

El colombiano se ha convertido en el jugador referencia, con permiso de Melero, del líder de Segunda División. Siempre que ha estado en condiciones ha sido la referencia en el área de los de Rubi. Suma 1.570 minutos en la competición y con 10 dianas es el tercer máximo goleador de la categoría. Solo le superan los 16 tantos de Mata (Valladolid) y los 11 de Guardiola (Córdoba). Su olfato no entiende de distancias, 7 de sus 10 tantos los ha logrado desde fuera del área, y la insistencia es una de sus armas: es el futbolista que más remata de Segunda, con 72 intentos.

Los que le conocen le definen como un entregado a su profesión, uno de esos futbolistas con el balón en mente los siete días de la semana. La adaptación al nuevo entorno se ha producido de forma natural y la llegada de sus padres tras el parón invernal a Huesca le permitirá tener a la familia cerca. En la colección de noticias positivas solo planea un miedo. Temen desde Huesca que su proyección sea tan exitosa este año que, aunque aún no es internacional absoluto, acabe jugando el Mundial con Colombia. La citación dejaría a Rubi sin el ariete de cara al final de campaña y a un hipotético play-off. Para estar en Rusia, compite con atacantes del nivel de Falcao, Bacca o Jackson Martínez.

Los planes de los Pozzo con el Cucho es que se foguee un par de años en España antes de dar el salto a la Premier. Si el Huesca logra el ascenso, el colombiano abanderará el proyecto en la máxima categoría. Si no, le buscarán acomodo en otra plaza. No le faltarán pretendientes: en las gradas de El Alcoraz se ven habitualmente ojeadores de diversos conjuntos de Primera.

El Oviedo más sólido de la temporada, el que no ha encajado gol en los últimos cuatro encuentros, lucirá en El Alcoraz su defensa de gala. La fórmula de los tres centrales está dando los mejores réditos de la temporada. El Cucho, si una gripe que le impidió entrenar ayer no lo evita, será el siguiente en poner a prueba la zaga azul. Un muro sin fisuras desde finales de noviembre.