El mercado de invierno cerró sus puertas la pasada medianoche sin que afectara a la tranquilidad en la que se ha instalado el Oviedo en las últimas semanas. Los buenos resultados refrendan el trabajo de Anquela, satisfecho con la plantilla que tiene a su disposición. La dirección estaba marcada en el club azul: solo una oportunidad jugosa haría completar alguna operación. A pesar de los ofrecimientos llegados en los últimos días, candidatos en su mayoría de ligas extranjeras, la dirección deportiva decidió quedarse como estaba y Anquela ya sabe la identidad de los 23 hombres de la primera plantilla, más la ayuda del filial, con los que contará hasta el final de la temporada.

Sin novedades en el capítulo de altas, tampoco se produjo la salida de ningún futbolista, a pesar de que al comienzo del mercado era uno de los objetivos en el club azul. El propio Anquela había advertido sobre la necesidad de que algunos futbolistas jóvenes encontraran acomodo fuera. Salió Owusu y, desde entonces, los focos se posaron en Pucko, otro futbolista con escaso recorrido desde que llegara en verano. Pero no cristalizó ninguna de las ofertas y Pucko formará parte del plantel de Anquela hasta junio. La única modificación en el vestuario azul llega en los puestos de arriba. Owusu, que nunca llegó a gozar de la confianza de Anquela (no llegó a ser titular en ningún partido), salió al comienzo del mercado para recalar, cedido por el Leganés, en el Cartagena, de Segunda B. Llegó Olmes García, cedido por el América de Cali. Se trata de un futbolista físico, con potencia y planta, como se ha encargado de demostrar en sus primeros entrenamientos en El Requexón. Sin embargo, aún deberán pasar algunas semanas para verlo sobre el terreno de juego ya que ha llegado después de haber entrenado solo algunos días en el comienzo de la pretemporada colombiana y aún debe adquirir el ritmo de competición.