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"Ojalá suba el Oviedo, va en la buena línea"

- ¿Por qué no dio esa rueda de prensa?

-Mucha gente del club pensaba igual que yo, rueda de prensa con preguntas para aclararlo todo, pero una parte del vestuario consideraba que era mejor un comunicado sin preguntas. Yo tenía claro que el que calla otorga y que eso a la larga no era lo mejor para el grupo. Se podía haber hecho de otra manera, pero se decidió hacer así. Ya es pasado. Ahora lo importante es que el Oviedo sigue creciendo y que la rueda no para. El club está por encima de todo. Esto no es eterno para nadie.

- ¿Se le hizo la cama a Sergio Egea en el vestuario?

-No, es imposible, íbamos terceros. Yo le puedo hablar a nivel individual. Ese equipo iba tercero, estaba rindiendo. ¿Era más bonito que jugaran otros jugadores? Pues a lo mejor sí. Pero, a partir de ahí, cada uno sacó sus propias conclusiones.

- ¿Qué jugadores?

-Yo nunca tuve problemas con nadie en el vestuario.

- ¿Qué pasó en Mallorca?

-Salimos a cenar y a tomar algo varios compañeros (casi todos los convocados menos 3 ó 4), tanto con permiso del club como del entrenador. Estando en una discoteca, reaccioné ante una situación que creía inapropiada en un equipo profesional de fútbol y crucé unas palabras con un compañero suyo. Al día siguiente, yo mismo hablé con Joaquín Del Olmo explicándole lo sucedido y posteriormente con su compañero para pedirle disculpas, que aceptó. Todo lo demás, detenciones, calabozos, peleas... es falso.

- ¿Mantiene buena relación con sus excompañeros?

-Hablo con muchos. Rocha, Juan Carlos, Verdés, Toché... Son relaciones que han quedado ahí. Amistad trabé con Susaeta (compañero hoy en el Albacete). La amistad necesita mucha relación.

- ¿Qué relación tuvo con Esteban?

-A nivel personal no hay relación. Pero yo nunca tuve problemas con él.

- ¿Ha vuelto a hablar con Sergio Egea desde entonces?

-No. Nunca lo conseguí y me sorprendió. Quise estar en su rueda de prensa de despedida, pero por circunstancias no pude. Me hubiera gustado poder hablar con él en persona. Teníamos buena relación. Mantuve muchas charlas con él y siempre le tuve un respeto máximo.

- ¿Considera que se ha sido injusto con usted?

-Yo, cuando llegaba a casa cada día, estaba muy tranquilo. Tuve siempre el respaldo de los entrenadores, del propio Sergio (Egea) el que más. Actué en el episodio final cuando consideré que se me atacaba en lo personal, no en lo deportivo.

- ¿Vio el derbi ante el Sporting en el Tartiere?

-Sí. Volvíamos de jugar de Lugo y lo vi en el autobús con Néstor (Susaeta). El ambiente que transmitía el Tartiere era espectacular. Sentí nostalgia. Fueron muchos años peleando para poder vivirlo.

- ¿Quiere que el Oviedo, ya sin usted, suba a Primera?

-Por supuesto. Ojalá suba cuanto antes. Lo digo de verdad. Yo le estaré siempre agradecido. Me debo al Albacete, pero soy de Osasuna, que es mi equipo desde pequeño, y del Oviedo. En Oviedo se va al límite cada día. Su afición es algo extraordinario, fuera de lo normal. Un sentimiento que va mucho más allá.

- ¿Cómo le contará a sus nietos su paso por el Oviedo?

-Un trayecto intenso, que me llenó muchísimo. Un jugador que ha jugado en el Oviedo y que ha vivido el Oviedo está preparado, a nivel mental, para la gran mayoría de los equipos.

- Tiene 31 años y uno más de contrato con el Albacete. ¿Qué quiere hacer después?

-Mi futuro lo veo ligado al fútbol. En un organigrama.

- ¿De entrenador? ¿De representante?

-No, representante no. Más bien en el organigrama técnico. Entrenador, ayudante, director deportivo...

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