Diego Fabbrini tiene sus propios plazos y va a hacer todo lo posible porque se acorten lo máximo posible antes de volver a jugar en Liga. Por lo visto ayer en el partido de entrenamiento que disputó el Oviedo ante el filial, el mediapunta está para jugar el sábado (18 horas) ante el Albacete y no sería de extrañar que Anquela lo incluyera en la convocatoria y le diera algunos minutos.

La historia de este talentoso mediapunta es la de alguien dispuesto a desafiar a la lógica por estar lo antes posible en un terreno de juego. Fabbrini se recuperó antes de lo previsto de la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda que sufrió en plena pretemporada, unos días después de llegar al Oviedo cedido por el Birmingham inglés.

Poco después de su operación, el jugador empezó a colgar vídeos en su cuenta de Instagram en los que se le veía haciendo cosas que se suponía no podía hacer o que al menos otros con su misma lesión no hacían. Cosas como correr sobre una cinta. Enseguida se le vio haciendo ejercicios con balón en solitario. Una vez que los médicos dieron permiso y se incorporó a los entrenamientos del Oviedo también superó los plazos para empezar a competir. Tanto que Anquela le hizo debutar en los minutos finales del derbi que los azules ganaron (2-1) al Sporting. El encuentro ante el Cádiz, al que no fue convocado por unas molestias, y el inicio de esta semana, ejercitándose al margen del grupo, parecían indicar un paso atrás en su evolución.

Pero ayer Fabbrini acabó con cualquier especulación y demostró que está con ganas de ser importante en el Oviedo en esta recta final de Liga. El mediapunta fue el gran protagonista del partido de entrenamiento disputando cada balón, sin rehuir el choque y demostrando que tiene un talento descomunal para jugar al fútbol. Marcó dos goles y, sobre todo, dio una fabulosa asistencia para que Linares marcara otro.

El futbolista que se vio ayer en El Requexón no daba muestra alguna de haber sufrido una lesión tan grave como la que ha tenido que superar el italiano y, por contra, sí que se veía en él la ambición por volver a sentirse jugador y demostrar que todo lo que se espera de él está justificado.

La presencia de Fabbrini abre además un mundo de posibilidades para Anquela. El técnico de Jaén ha consolidado un sistema de cinco defensas que le está funcionando muy bien. Pero con el italiano, el técnico andaluz puede aumentar su abanico de opciones e incluir en él un 4-2-3-1 que esta temporada no ha podido poner en práctica ante la ausencia de un mediapunta como Fabbrini, capaz de encontrar espacios entre líneas y de dar el último pase al delantero centro.

Fabbrini jugó ayer algo escorado a la izquierda, en una posición similar a la que suele ocupar Berjón. Y también ahí fue capaz de demostrar que es un jugador distinto. Va a otra velocidad.