La forma de hablar de Anquela es siempre impetuosa, un tanto áspera aunque en raras ocasiones se llegue a enfadar. Pero al entrenador del Oviedo, ayer, en la rueda de prensa previa al partido que les enfrenta mañana (16 horas) al Zaragoza se le vio molesto. Al parecer ni le ha gustado la euforia generada cuando el equipo estuvo en una racha que les llevo a estar diez partidos sin perder, ni le gusta ahora que se ponga en duda el sacrificio de sus jugadores porque lleven dos sin ganar. "Este equipo ha competido en todos lados, no tenemos que olvidarnos jamás de eso; se habrá perdido y se habrá ganado, pero, salvo raras excepciones, hemos competido siempre", dijo.

Una de las cosas que quiso hacer Anquela fue rebajar expectativas y por eso repitió al menos cinco veces la misma frase y cada vez en un tono más alto: "Yo no he engañado a nadie". Al técnico le da la sensación de que no se está valorando lo suficiente lo que están haciendo: "Desde el principio hemos dicho lo duro que iba a ser esto, quiénes somos, de dónde venimos y lo que nos cuesta ganar los partidos. No quiero entrar en más profundidades y en más historias porque son excusas que yo no he puesto nunca. En el fútbol no se ponen excusas. Nosotros somos capaces de competir ante cualquiera y luego ya se puede mirar el verano y mirar historias de esas".

También le ha dado la sensación a Anquela de que el empate ante el Albacete se exageró en lo negativo y que se valoró poco al equipo manchego: "Hace quince días éramos la repera, íbamos a ganar la Liga de Campeones, no me contéis historias. Fuimos a Cádiz y perdimos sin tener que perder y el del Albacete es un partido normal. Lo que pasa es que la gente se pensaba que íbamos a ganar con el gorro. Que no, que están equivocados, y a mí como no me hacen caso predico en el desierto".

La idea de pensar que se infravaloró al Albacete le molestó mucho: "¿Quién es el Albacete? No me contéis historias. Lo primero que hay que hacer es respetar a todo el mundo y saber cuáles son nuestras armas y cómo hemos llegado hasta aquí: sufriendo como perros, corriendo, trabajando. Nosotros hemos ido a jugar a Vallecas y el equipo no se ha arrugado, hemos ido a jugar a Huesca y el equipo no se ha arrugado". Y el técnico azul no se cansó tampoco de repetir lo que cuesta ganar un partido: "Nos pensamos que le vamos a ganar a cualquiera por el nombre, o sin hacer nada, sin trabajar, y eso es imposible. Nosotros tenemos que hacer muchas cosas muy bien y durante mucho tiempo para no perder. Nos olvidamos muy prontito de muchas cosas y, sobre todo, de lo que cuesta ganar. Con el nombre no se va a ningún lado, aquí se va con los hombres".

Para el de técnico de Jaén el mérito que están teniendo sus futbolistas es precisamente ese, la capacidad de sufrimiento: "Estoy muy orgulloso de ellos, de cómo trabajan, de cómo compiten, si no damos más no damos más; pero el equipo va a estar ahí, dos puntos para arriba, dos puntos para abajo. Aquí lo único es que hay que estar preparados para una batalla larga y saber afrontarla con la debida fuerza y sabiendo lo que se quiere en cada momento".

Tampoco tiene previsto Anquela hacer ningún tipo de rotación mientras las cosas vayan bien y el equipo como a él le gusta: "Intentamos cuidar a la gente que hay que cuidar pero no suelo mirar el tiempo que han jugado; es que yo no puedo mirar más allá, es que mi objetivo es intentar jugar bien en Zaragoza y ya está. Estamos creyendo en una gente y soy de cambiar poco cuando las cosas van relativamente bien. Porque para mí van muy bien. Cada uno tiene una forma de pensar y de ver esto pero para mí las cosas van en el camino que queríamos".