Miles de aficionados han acudido a lo largo de la mañana a El Molinón par dar su último adiós a Quini en la capilla ardiente instalada en el estadio. También jugadores, exjugadores y personas relacionadas con el fútbol. Entre ellas, representantes del Oviedo. Y es que Quini trascendía mucho más allá de la rivalidad entre Sporting y Oviedo.

El exportero Esteban se fundió un abrazo con los familiares de Quini al poco de abrirse la capilla ardiente. Y al mediodía viajó a Gijón una representación del club azul, con el presidente, Jorge Menéndez Vallina, a la cabeza, y algunos jugadores como Toché, Linares, Berjón o Verdés.

"Día triste para el fútbol, su familia y la afición del Sporting. Quini es la definición de grandeza, de esas personas que te marcan, sabía perder y ganar. Quini tenía todo esto", aseguró Vallina.

Juan Antonio Anquela, entrenador del Oviedo, también acudió a despedir a El Brujo. "El primer mensaje cuando gana el Real Oviedo siempre era el suyo. Eso dice lo grande que era como persona. En el derbi me dio un abrazo y me deseó suerte", contó el técnico oviedista.