El pasado verano, Dawin Machís tenía el foco de atención dirigido en dos direcciones: su próxima paternidad y su futuro laboral. Allá por junio, el futuro del extremo venezolano se concentraba en Granada. Su hija nació a comienzos de julio, solo unos días después de que el Granada se asegurase su continuidad en una operación con miga: los derechos del futbolista pertenecen a Gino Pozzo, expropietario del Granada. El Oviedo, que había llegado a tiempo a la negociación (también pujó por él el AEK de Atenas) y que llegó a ver cercana su contratación, no pudo competir con la capacidad económica del club nazarí. Ni tampoco con los lazos afectivos: la mujer de Machís es granadina. El principal impulsor de aquel interés era Juan Antonio Anquela, que mañana tendrá en su admirado pupilo el principal peligro.

Ayer, cuando a Anquela se le mencionó al veloz extremo venezolano, no dudó en su respuesta: "Ojalá que a Machís le vayan las cosas bien, lo quiero mucho. Es una de mis debilidades".

Machís, 25 años ahora, le debe mucho a Anquela en su carrera deportiva. Fue el jienense el encargado de pulir un diamante que amenazaba en estancarse como promesa en el Granada. Sin oportunidades en el conjunto nazarí, el venezolano hizo las maletas con destino a Huesca en la temporada 2015-16. Tevenet era el entrenador de aquel conjunto pero en la jornada 16.ª fue relevado por Anquela, que ya le había tenido en el Granada en Primera. Aquella campaña fue la de su reivindicación. Machís se salió con el Huesca: 9 goles en 38 partidos disputados.

Esa actuación le valió el pase a Primera División. El Granada no le encontró hueco entre sus extracomunitarios y salió cedido al Leganés. Se especializó en las segundas partes. Jugó 27 partidos, aunque solo 10 como titular, y marcó un gol. Cosas del destino, ese tanto fue al Granada.

Su pase sigue siendo de Pozzo que, cuentan desde Granada, ya prepara su fichaje al Watford inglés la próxima campaña. Mientras tanto, Oltra se aprovecha de sus facultades. Ha participado en 25 encuentros, 2.038 minutos, y suma 11 goles a los que hay que sumar 5 asistencias. Es el mayor peligro del Granada.