Juan Antonio Anquela repite la misma rutina de cada viernes (o el día que le corresponda atender a la prensa). Irrumpe en la sala, saluda educadamente y posa su abrigo en la silla más cercana a la mesa. Se sienta y espera las preguntas con gesto serio, concentrado. La labor del entrenador es, en ocasiones, hablar sin decir. Tratar de que no se sepan los planes, no revelar las debilidades, ocultar las fortalezas ante el próximo rival. Pero, en ocasiones, los técnicos se relajan y a las explicaciones más generales les siguen cuestiones futbolísticas concretas. Así ha sido la intervención de esta semana de Anquela. Una rueda de prensa clara que sirve para saber que Steven es la alternativa más sólida al puesto de nueve (siempre que no sea un mensaje para confundir al contrario), que lo que más echa en falta es la profundidad de sus carrileros o que no le gusta cuando sus pupilos piden la pelota al pie. Anquela se explayó en cada respuesta con un mensaje de fondo: "Volveremos a hacer las cosas bien". El técnico confía ciegamente en la reacción de los suyos.

La identidad del nueve. Es la cuestión de la semana. El puesto con más misterio. Anquela baraja dos opciones, muy diferentes entre sí. Apelar a la cantera o tirar de la polivalencia de la plantilla. La cuestión puede resumirse en dos nombres: Steven Prieto y Aarón Ñíguez. El técnico entra de lleno en el debate y concede, al menos de palabra, una ligera ventaja para el canterano. "Esta semana tenemos a Steven con nosotros. Veremos si juega, sino tenemos otras soluciones dentro del equipo. He probado con Aarón, también con Saúl... pero la opción principal es Steven. Es un crío con unas buenas condiciones. Ya ha debutado con nosotros en Segunda y lo hizo muy bien. Es un jugador de área, lo suyo es el gol. Es lo que estamos buscando", comenta.

Falta de profundidad en el juego. Con dos puntos sobre los últimos 15, el Oviedo atraviesa el peor bache de la temporada. Como cada partido es un mundo, el análisis de la demanda admite matices. Pero el técnico ve algunos aspectos que han bajado de nivel en el equipo. "La profundidad se consigue moviéndose y a veces queremos el balón al pie. Cuando los laterales desdoblan somos profundos y creamos ocasiones. Pero en los últimos partidos no lo hemos hecho: los laterales desdoblaron menos. No llegamos. El delantero hace un desgaste tremendo y no obtiene frutos. Nos está costando crear ocasiones. Nuestro sistema ha sido incómodo para los rivales y hay que analizar las ventajas e inconvenientes. Siendo solidarios solventábamos nuestras debilidades. Las ventajas estaban por fuera y las aprovechábamos. Ahora hay momentos en los que no las aprovechamos".

Los problemas y las soluciones. Anquela sabe dónde está el área de mejora, conoce las debilidades del equipo. Habla por vez primera de falta de profundidad. Conocido el problema, acentuado éste en la competitiva Segunda División, toca arreglarlo. Y el técnico también lo tiene claro: "Algunos creen que puede pasar lo de años anteriores y que el equipo se va a caer. Pero quiero recordar que hubo un momento en el que estábamos primeros: con el 0-1 en Albacete éramos líderes (después, el equipo perdió 2-1). Y en Cádiz, no hace tanto, cuando hicimos el 0-1 nos poníamos segundos (también acabó 2-1). Volveremos a hacer las cosas bien, estamos convencidos. Esta enfermedad ya la pasamos en la primera vuelta. Entonces encontramos el remedio y ahora es el mismo. Sé cuál es el remedio. La enfermedad se llama Segunda División y las rachas. El remedio es competir".