El fútbol, ciencia imprevisible, se encarga, de vez en cuando, de darle la espalda a la lógica. De encontrar vías no previstas. Eso es lo que más enancha de este deporte. Pero los números sirven para buscar algunas pistas, para ver por dónde pueden ir los tiros. Al Oviedo le puede servir de guía lo sucedido en las últimas siete temporadas, desde que el sistema de play-off de ascenso está vigente. Estas experiencias ponen el listón de la promoción de ascenso en los 65 puntos (la media de los sextos clasificados en estos siete años es exactamente de 64,6 puntos), mientras que para el segundo puesto, el mínimo para lograr el ascenso directo es de 77 puntos (76,6 con exactitud). Con once partidos por disputarse, al Oviedo le servirían 16 de los 33 puntos en juego para teóricamente, y según los precedentes, estar en el play-off. Para el ascenso directo, el reto se complica: necesitaría 28 puntos.

En base a estos cálculos, a los azules les podría bastar un pleno en el Tartiere para jugar la promoción. Incluso podrían permitirse un empate. Los de Anquela son séptimos en estos momentos, con 49 puntos, igualados con Granada y Zaragoza en la clasificación. Le quedan 11 partidos por jugar, de los que seis se disputan en el Carlos Tartiere. Un hipotético pleno en casa (18 puntos) aseguraría al conjunto azul, con 67 puntos al final del curso, el play-off. El Oviedo sumaría más que el sexto de los siete últimos años en todos los casos excepto el Córdoba de la campaña 2011/12, que acabó con 71 puntos. Si los azules ganaran cinco partidos y empataran otro, tendrían garantizados 65 puntos, también por encima de la media de los últimos siete años.

Los seis encuentros en el Tartiere se disputarán ante Alcorcón, Nàstic, Valladolid, Lorca, Sevilla Atlético y Huesca. El calendario no parece especialmente exigente pero en Segunda, categoría traicionera, es difícil encontrar rivales asequibles.

Pero lograr, o rozar, el pleno en casa parece una misión muy complicada. Los azules ya han logrado esta campaña sumar 7 victorias consecutivas en el Tartiere pero conseguirlo al final del curso, con todo lo que hay en juego, parece más difícil. De ahí que la idea sea sacar beneficios en los choques de fuera de casa. A los azules les quedan por disputar cinco choques a domicilio, empezando por el del sábado en Córdoba. A la visita andaluza le seguirá Lugo, Soria, Pamplona y León. Plazas, todas ellas, con muchas cosas en juego.

Juega a favor de la tesis de que el Oviedo tendrá que mejorar fuera de casa para asegurar al menos el play-off el ritmo de los de arriba. El segundo, el Huesca, acumula 57 puntos; y el sexto, el Zaragoza, 49. Los dos están por encima de la media de la trayectoria de los últimos siete cursos. En este plazo, el segundo clasificado sumaba a estas alturas 56,7 puntos de media. El promedio de los sextos en la 31.ª jornada era, por su parte, de 48 puntos. Las cifras son similares pero el ritmo esta campaña es ligeramente más alegre de lo común.

En el vestuario se mantiene la tesis de solo mirar al siguiente encuentro, no ir más allá, pero los futbolistas y entrenador son conscientes de que si quieren aspirar a las más altas cotas esta temporada deben mejorar el rendimiento fuera. Los azules, que a final de 2017 lograron sumar con asiduidad fuera, se han atascado en 2018: tres empates y tres derrotas.