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Entrevista en exclusiva a Fabbrini

Diego Fabbrini: "Siempre salgo al campo a divertirme"

"Estoy cómodo, contento; creo que iré a más"

Fabbrini controla el balón con la cabeza en El Requexón. JULIÁN RUS

Cada pelota que cae por los dominios de Fabbrini es sometida a la misma rutina. ¡Zis! ¡Zas! Esas piernas que parecen alfileres aceleran a ritmo vertiginoso para hacer un par de bicicletas. O una elástica, su filigrana favorita. Después, como si no hubiera pasado gran cosa, deja la pelota en su sitio. Cada vez que toca el balón es como si regresara al recreo.

Diego Fabbrini (San Giuliano Terme, Italia, 1990) es el mediapunta del nuevo sistema de Anquela. Un "trequartista", que dicen en Italia. El atacante atiende a LA NUEVA ESPAÑA en El Requexón para hablar del Oviedo y de su carrera. Y del fútbol en general, en una semana en la que el calcio italiano (Roma y Juve) han sido noticia. "¿El penalti del Madrid? No sé, no sé? Es dudoso. ¡Pero Buffon estaba muy cabreado!", dice con sonrisa burlona, mientras juguetea con la pelota antes de la entrevista.

- Ya sabe lo que dicen en Italia los amantes del catenaccio: "Mezza punta, mezzo giocatore" (mediapunta, medio jugador).

-En Italia teníamos el problema con Roberto Baggio, que se decía que era un nueve y medio. Ni nueve ni diez. Parecía que había problemas para encontrarle un sitio. Había muy pocos equipos entonces que apostaran por el mediapunta. Pero ahora es diferente. Ha cambiado la mentalidad.

- También Anquela apuesta ahora por la media punta. Parece que el cambio de sistema del Oviedo ayuda a su juego.

-Siempre he jugado de mediapunta, desde pequeño, pero depende del entrenador, de lo que me pida. Yo siempre salgo al campo a divertirme. Me gusta el dibujo, pero también jugar en la banda. Anquela me sigue pidiendo cosas parecidas. A mí me gusta entrar en juego, recibir la pelota. El fútbol español me viene bien en ese aspecto.

- ¿Qué porcentaje del verdadero Fabbrini se ha visto ya?

-Uf, eso no sé decirlo. Me encuentro bien, cómodo, contento. Creo que iré a más.

- Hablemos de su carrera. ¿Cuál es su primer recuerdo futbolístico? ¿Cómo empieza su historia?

-De pequeño era seguidor del Pisa, el equipo de mi tierra, que por entonces estaba en Lega Pro (Segunda B). Hubo muchos problemas económicos con la entidad. También me gustaba el Milán. Me encantaba Kaká. Jugaba en mi posición y en un equipo muy atractivo. Comencé a jugar con 9 o 10 años, en el Zambra, un equipo de Pisa. Después fiché por el Empoli.

- Debuta en el fútbol profesional con 19 años. ¿Mucha presión?

-Cuando juegas no piensas en esas cosas, sólo en hacer lo que sabes hacer. No tenía prisa, sólo disfrutaba.

- Un momento clave en su carrera es cuando le ficha el Udinese.

-¡Buenos momentos! Me acuerdo de la eliminatoria de Liga de Campeones, contra el Arsenal, con el estadio lleno. Tenían un equipazo. Estuve un año y medio en Udine y acaban cediéndome al Palermo.

- En agosto de 2012 le llama la selección italiana.

-Balotelli tenía un problema muscular pero no se había mencionado mi nombre en la prensa, no me lo esperaba. Estaba comiendo con Di Natale, en el restaurante que hay en el estadio del Udinese, y me llama un chico que trabajaba en el club: me dice que tengo que ir a Coverciano (sede de la Federación italiana) para jugar en la selección. Pienso: "¡Oh! ¿Y esto?". No me lo esperaba.

- ¿Qué recuerda de aquel partido?

-Juego unos 20 minutos más o menos. Era un amistoso contra Inglaterra en Berna. Una experiencia inolvidable, un sueño.

- ¿Cómo le fue por Inglaterra?

-La experiencia en líneas generales es buena. He tenido buenos momentos y otros menos buenos, pero me quedo con los positivos. El fútbol es muy bonito allí. Los estadios están siempre llenos, juegues en casa o fuera tienes a tus aficionados. Se vive el fútbol de manera especial. Y hay más calma en el trabajo: no se habla mucho, sólo jugar.

- ¿Fue fácil para usted un fútbol tan físico?

-Si uno juega bien al fútbol puede hacerlo en todos los sitios. Es verdad que por estilo hay competiciones más aptas para un tipo de jugador que para otro. Pero los buenos valen para España, Italia o Inglaterra.

- Su mejor momento es en el Middlesbrough.

-Sí, allí. Coincido con Karanka como entrenador. Es uno de los mejores.

- ¿Qué le dijo cuando fichó por el Oviedo?

-Que era una buena elección. Que era muy buen equipo, un histórico de la Primera División. Me comentó que acertaba con la decisión.

- En el Middlesbrough le llegaron a comparar con Maradona...

-Fue un compañero en una entrevista, él fue el primero en decirlo. Y después a la afición le gusto la comparación y me hacían cánticos en el estadio. Ayudaba el nombre de Diego (risas). No lo vi como una presión, sino como una alabanza a mi juego.

- ¿Qué piensa cuando le llama el Oviedo?

-Que era una buena oportunidad. Después de tres años en Inglaterra me apetecía probar una nueva experiencia. Sabía pocas cosas del club así que me informé por internet. Aunque siempre creo que para conocer algo hay que experimentarlo, no te puedes hacer una idea previa. Sólo he entendido cómo se vive el fútbol aquí cuando llegué a Oviedo.

- ¿Y qué le parece?

-Con la lesión regresé a Italia, pero a partir de Navidad ya me asenté en Oviedo. Veía los partidos, en el estadio, y entendí lo pasional que es esta afición.

- La primera semana se rompió la rodilla.

-Me doy cuenta de que es grave desde el primer momento, pero enfoco todo en la recuperación, en trabajar para volver. En la vida hay cosas mucho peores que una lesión de rodilla. No fue sencillo, pero tenía el apoyo de mi familia, de los seguidores, del club.

- Parece una persona muy optimista.

-Sí, lo soy. Me lo han dicho muchas veces. Y que podía ayudarme en la recuperación.

- Vuelve en el derbi. No está mal para un regreso?

-Era volver al campo, a jugar. Estaba muy contento. Es un partido especial que siempre recordaré.

- ¿Por qué no tiró en aquella ocasión final?

-No lo sé (risas).

- ¿Cuál es el objetivo de Fabbrini?

-Jugar, hacerlo bien, ayudar. Meternos en el play-off.

- ¿Ve opciones de ascender?

-Sí, claro. Estamos varios equipos en la pelea. No será sencillo pero somos capaces. La categoría es muy igualada. También pasa lo mismo en las segundas divisiones en Italia e Inglaterra.

- ¿Le gustaría continuar aquí?

-Sí, me gustaría seguir otro año en el Oviedo. Me encuentro bien, y mi familia también. Y eso es lo que más valoro. Sólo pienso en acabar la temporada de la mejor manera, porque es una campaña importante tras la lesión. Y después, veremos. No he hablado con nadie.

- ¿Qué le parece Oviedo?

-Es una ciudad guapa, me gusta. Mi familia está contenta. Tengo una hija, Vitoria, desde marzo del año pasado. Nació dos meses antes, fue prematura, está muy bien: es mi sol. Llevé un buen susto cuando nació pero siempre pensé que saldría bien y gracias a Dios así ha sido.

- ¿Qué significa para los italianos no estar en el Mundial?

-Es una noticia muy mala para el calcio, una desilusión. Ahora toca mirar hacia adelante. Hay que trabajar con un nuevo proyecto, crear un nuevo fútbol.

- La Roma y la Juve son buenos ejemplos.

-En Italia hay muy buenos equipos, capaces de competir con cualquiera y a ese nivel las diferencias son mínimas, como se ha visto esta semana.

- ¿Y el penalti? ¿Sigue sin mojarse?

-No lo sé. Difícil, difícil (risas).

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