A Anquela se le agradece su franqueza y su capacidad para sintetizar los análisis. El último ejemplo se vio en su visión de lo sucedido en Lugo, casi una semana después de una victoria básica para relanzar las opciones azules de estar en el play-off de ascenso. "En esa categoría, las victorias se basan en detalles. El otro día, el detalle estuvo de nuestro lado, pero sufrimos hasta el final", resume el técnico, puro sentido común. Anquela trata de armar el equipo más competitivo posible, de anular al rival, de fortalecer las virtudes? pero muchas veces los encuentros se deciden en chispazos. De ahí la importancia de controlar todos los detalles.

El Carlos Tartiere es uno de ellos. Es en el municipal ovetense, disgustos esporádicos al margen, donde el equipo de Anquela ha mostrado su mejor cara en el presente campeonato. Por eso, el estadio, que será el escenario de cinco de los ocho choques que quedan por disputarse, cobra especial protagonismo en la recta final. Y el entrenador es consciente de ello: "Vivimos del Tartiere y de tener a nuestra gente enchufada. Sabemos que los necesitamos. Sigo defendiendo que no hemos ganado un partido claro esta temporada: al Reus, por ejemplo, le metimos el tercer gol al final. Esta es la Segunda, no hay más". Y añade: "Yo lo que busco es una comunión perfecta entre equipo y aficionado. Para que se logre hay dos partes y la principal somos nosotros".

El factor emocional se sitúa en la grada. El futbolístico, el que debe dar argumentos a esa grada, está en el césped. Anquela busca que el 4-2-3-1 implantado en Lugo siga dando pasos adelante ante el Nàstic. Porque por las pruebas efectuadas durante la semana, especialmente en el partidillo del jueves ante el filial, parece desprenderse que se mantendrá una semana más el dibujo que premia la acumulación de futbolistas de talento. Si no hay sorpresa, Aarón, Fabbrini y Aarón formarán en la media punta por detrás de Toché, instinto en el área del enemigo.

Con esa propuesta, se trata de mantener el buen tono competitivo del Anxo Carro y tratar de introducir algunas mejoras en el engranaje ofensivo. "Me gustaría que se repitiera el nivel de Lugo, pero también que hiciéramos más cosas en ataque, que tuviéramos más el balón. Creo será un partido de paciencia y que debemos saber qué se requiere en cada momento. La clave es no descomponerse. Y también tratar de convertir alguna de las pocas opciones que este rival conceda", analiza el técnico azul.

La última pregunta de la rueda de prensa da paso a la anécdota. Anquela siempre defiende que si su equipo no está al cien por ciento la victoria se convierte en imposible. Que la Segunda División no perdona. Esta semana, el técnico tiene dos ejemplos claros de su tesis aplicada al panorama internacional, con la eliminación del Barça y el susto madridista en la Liga de Campeones. ¿Las reacciones de Roma y Juve son un buen ejemplo? "Pues no lo sé porque yo no veo la Liga de Campeones, eso no me interesa, es otra historia", contesta Anquela, "pero está claro que hoy en día el que no corre no gana por muy bueno que sea. Ya te lo digo yo: el que no trabaja no gana".